Cinco familias afectadas por un deslizamiento de tierra
Una casa a punto de caer y cinco familias en peligro dejó un deslizamiento de tierra ocurrido el último fin de semana en Guaranda.
El derrumbe ocurrió en la avenida Galo Miño, entre las calles Rocafuerte y General Enríquez.
“La madrugada del domingo, como a las tres de la mañana, pudimos escuchar lo que parecían martillazos. Cuando amaneció, mi hermano no pudo salir de su cuarto, pues la puerta estaba trabada”, explicó Cristina Analuisa, quien habitaba en la casa que perdió la pared principal.
“Después de mirar que el terreno tenía zanjas de unos 50 cm, decidimos que teníamos que salir lo más rápido. Mientras lo hacíamos, alguien gritó que nos vayamos. Así lo hicimos y fue cuando la pared se vino abajo con la tierra que se deslizó”; dijo la mujer.
Moradores de la vivienda manifestaron que hace más de un mes informaron a la Dirección Provincial de Gestión de Riesgos y al Municipio, del hecho.
“Planteamos la posibilidad de construir un muro para evitar este incidente”, explicó.
Desde la oficina de Gestión de Riesgos se indicó que el informe ya se lo envió al Cabildo para su respectivo análisis y ejecución.
“El análisis presentado al Ayuntamiento fue por petición de los moradores del sector, quienes ya se percataron que las excavaciones, realizadas durante más de dos meses, provocaron fisuras en algunas viviendas”, afirmó Carmen Santana, directora encargada de Gestión de Riesgos de Bolívar.
Añadió que la atención a este tipo de eventos es responsabilidad del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal.
La casa de la familia Analuisa se encuentra en una pendiente y entre dos excavaciones.
Por un lado está la familia Albán que iba a construir una vivienda y por el otro, miembros de la congregación religiosa Cordero de Dios, quienes habían planificado levantar una iglesia.
“Nosotros realizamos el desbanque del terreno con los papeles en regla y con todos los permisos pertinentes, ahora estamos sin saber qué pasará con todo lo invertido”, manifestó Eriberto Albán, uno de los afectados.
Según los moradores, extraoficialmente conocieron que había la posibilidad de que expropien los terrenos y los reubiquen en otro sector de la ciudad.