LA FAE PERMANECE EN EL LUGAR DESDE 2006
Chachoán se usa para pruebas
Pese a que permanece en Ambato por más de 40 años, el Aeropuerto Chachoán, ubicado al norte de la urbe en Izamba, al día de hoy es utilizado únicamente para realizar pruebas de carácter aeronáutico.
Desde 2006, este aeródromo está a cargo del Centro de Investigación y Desarrollo de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (Cidfae) y trabaja con estudiantes de las universidades Técnica de Ambato (UTA), Politécnica Nacional e Indoamérica.
Edgar Jaramillo, director del Cidfae, considera que estas instalaciones son ideales para las actividades que se realizan.
“El aeropuerto mantiene una baja operación aeronáutica, lo cual nos permite un amplio márgen para efectuar vuelos no tripulados y desarrollar proyectos con naves construidas aquí. Para esto, mantenemos convenios de cooperación con importantes universidades, lo que facilita el desarrollo de proyectos científicos y tecnológicos. Los sistemas aéreos no tripulados, que se desarrollan desde el 2008, son un claro ejemplo de esto”, aseguró.
Pese a estar presentes en el lugar desde 2006, Jaramillo aclara que el 2011 fue el año que tomó fuerza el proyecto de sistemas aéreos no tripulados. “Desde ese año, el Gobierno Nacional destinó un presupuesto importante para la culminación exitosa del prototipo de una nave pequeña no tripulada denominada Gavilán”, dijo Jaramillo.
Esta aeronave de 6,5 metros de embergadura, puede llevar una carga útil de hasta 15 kilogramos y cuenta con una autonomía de cuatro horas y alcanzar una velocidad de 150 kilómetros por hora.
Vigilancia y reconocimiento son algunas de las misiones que realiza, con un enfoque de seguridad.
El aeropuerto permanece bajo la custodia de la Cidfae, desde 2006. Pero funciona hace 40 años.
Este sería el primer modelo de una serie de naves que, según Jaramillo, se construirán desde el próximo año.
En el lugar trabajan aproximadamente 100 personas, entre técnicos e investigadores civiles y militares, sin contar con los estudiantes universitarios que hacen sus prácticas y asesorías técnicas.
Las 32 hectáreas que componen el aeropuerto, son parte de la infraestructura aeronáutica con la que cuenta el país. Tiene un área administrativa, logística, social, pista de 1.800 metros de longitud y un handar que alberga uno de los proyectos más interesantes.
Allí se guarda un zeppelin o dirigible ligero autopropulsado y con capacidad de maniobra terrestre. Este se constituye en uno de los proyectos más interesantes que maneja la Cidfae.
De color blanco, material similar al plástico e inflado con helio y es utilizado para estudiar las condiciones meteorológicas y las características del clima de la región.
Es el complemento de las dos estaciones meteorológicas que hay en ese sitio y que se encargan de recopilar información acerca de la atmósfera.
La moderna torre de control se ubica en la parte frontal de la pista, muy cerca de las oficinas administrativas. La jornada de trabajo va de 07:00 a 15:45, de lunes a viernes, con vigilancia militar permanente.
Otras actividades
En agosto del 2012, el Concejo Cantonal de la Municipalidad de Ambato abrió el debate sobre la utilidad del Aeropuerto Chachoán en vista del escaso uso que tiene para los vuelos comerciales.
Esta terminal funciona cuando hay vuelos militares o de autoridades que visitan Tungurahua. La propuesta fue introducida por el concejal Jacobo Sanmiguel.
En su momento los dirigentes de la Cámara de Comercio de Ambato respaldaron el funcionamiento del Aeropuerto Internacional Cotopaxi y se pronunciaron en favor de que se utilizara Chachoán para adecuar un parque ecológico recreativo, un nuevo centro de exposiciones e, incluso, un moderno hospital.
El tema se mantiene latente y la decisión final la tendrá la nueva administración municipal.
100
personas, entre técnicos e investigadores públicos y privados, trabajan en el lugar.
Por ahora, y pese a la constante vigilancia militar, el acceso a la pista de aviación y al resto de áreas deportivas están abiertas al público y vecinos del lugar: siempre que los fines sean deportivos.
Personas que viven en las cercanías realizan con frecuencia campeonatos y actividades de esparcimiento, debido a las excelentes condiciones en que se encuentran.
Esto es permitido por los encargados del Cidfae. “Estos espacios son ideales para ciclismo, caminatas y trotes. Si alguien desea acceder a este servicio debe acercarse a las oficinas del aeropuerto y exponer las razones, número de personas, fecha y hora del evento”, dijo Jaramillo.
Los vecinos están satisfechos con esta posibilidad. “Antes del Cidfae, este espacio estaba abandonado. Ahora, estamos seguros y practicamos baloncesto y fútbol”, dijo Medardo Sánchez, morador.