A fin de evitar una sobrecarga de gases nocivos para la salud, el Municipio de Ambato realiza cada viernes operativos de control ambiental en el centro de transferencia de Cashapamba, en el norte de la urbe.

Este programa, cuyo objetivo es evitar enfermedades derivadas de emisiones gaseosas en conductores, usuarios y vecinos, se desarrolla desde el pasado 7 de noviembre y a diario analiza 100 buses.

Luis López, jefe de proyectos ambientales del Cabildo, explicó el procedimiento que se aplica.

“Con una muestra de aire, proveniente del tubo de escape, se miden los niveles de opacidad. Si estos superan el 60%, el dueño de la unidad podría ser sancionado pues el nivel de contaminación rebasa los límites establecidos”, indicó.

El programa se encuentra en la fase preventiva en la que no se aplican multas, sino que se advierte a los choferes sobre la anomalía y se recomienda la revisión mecánica del automotor.

Los transportistas, por su parte, están a favor del programa. “Esto garantiza nuestra salud y nos advierte de posibles afectaciones en el motor”, dijo Walter Vera, conductor de la cooperativa Santa Teresita.
El control se extenderá hasta 2015 e incluirá los buses urbanos.