El ambateño Byron Calderón Núñez logró el ‘sueño americano’ hace más de 20 años, pero nunca dejó de imaginar su regreso al Ecuador.

Se marchó a los Estados Unidos en 1979, sin haber finalizado la secundaria en el Colegio Bolívar. Desde niño le atraían los números y las propiedades de la física.

Su modo de hablar calmado refleja ahora su nuevo estilo de vida. Es un empresario emprendedor con un bagaje de habilidades que actualmente le ayudan a impulsar el turismo comunitario, los valores humanos y la tecnología en Tungurahua.

Con sus dos hijas aprendió quichua para trabajar contra el abuso de licor en comunas indígenas.Pero no todo le fue sencillo. En suelo norteamericano hizo trabajos de poca intelectualidad para financiarse su instrucción secundaria y el ingreso a la New York University estuvo condicionado a una serie de esfuerzos por su condición de inmigrante ilegal.

Sin embargo, obtuvo buenas notas en Física y Matemáticas. Luego continuó su preparación en la City College en New York y en Hillsborough Community College en Tampa Florida.

Obtuvo entonces el título de Ingeniero Aeronaútico. Pero su habilidad para entender y aplicar la física y las ciencias exactas lo llevaron a emprender en proyectos de especialización en sistemas de conversiones de frecuencias y amplificación para enlaces de comunicaciones satelitales y estaciones terrestres en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Carlos Sánchez, ingeniero de profesión, se refiere a Calderón como un profesional dinámico y muy entregado a su especialización. “Tiene una gran calidad humana y valores que resaltan tan pronto como se lo conoce mejor. Soy su amigo desde hace 10 años y hemos trabajado juntos en proyectos inmobiliarios”, aseguró.

Calderón ayudó también en el desarrollo de la resonancia magnética nuclear con la compañía alemana Siemens. Este sistema, también conocido como RMN, es un examen de diagnóstico seguro que proporciona una visión más clara del interior del cuerpo.

También trabajó para la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en ingles) en proyectos aeroespaciales como el diseño del sistema de radio frecuencia para el transbordador Columbia.

Datos

En cuanto a su investigación personal, es descubridor y diseñador del primer convertidor de frecuencia de alta potencia que dio paso al desarrollo de la telefonía celular para las tecnologías 2G y 3G.

Esta tecnología está disponible desde 1994 en internet en el siguiente enlace web: High Dynamic Range Lumped-Element Schottky by By Byron Calderon.

Trabajó en Lorch Microwave en EE.UU.,como director de Ingeniería en diseño de componentes y sistemas para telecomunicaciones espaciales. Fue director de Ingeniería con TRAK Microwave USA en sistemas para defensa y seguridad.

“Es un profesional que aplica la máxima de ‘dar para poder recibir’. Esta filosofía de vida lo ha llevado a progresar en todas sus empresas, pues no es egoísta y piensa en el bien comunitario. Es lo que he podido observar desde su retorno al país”, opina Elizabeth, comunicadora independiente y amiga de Calderón.

En el 2004 se cumplió su deseo de volver al país. “Esto era algo ilógico para mis compañeros con quienes formé una empresa en los Estados Unidos. Creían que me había vuelto loco por viajar a un país, según ellos, del tercer mundo. Pero volví a mi tierra natal”, recuerda Calderón de 51 años.

Es que Calderón nunca desvinculó su mente de los agradables recuerdos de Ambato. De los estudios primarios en el Instituto Luis Alfredo Martínez y las vivencias con sus padres y tres hermanas.

Él es el mayor y su partida dio pie a una emigración general de su familia, a tal punto que ahora casi la totalidad de sus parientes está en Norteamérica.

Su profunda fe en Dios lo impulsó a establecerse en la parroquia Río Negro, en el cantón Baños de Agua Santa, para impulsar el ecoturismo. Incluso, con sus dos hijas, aprendió a hablar el quichua para ayudar en proyectos sociales a diversas comunidades indígenas de Tungurahua (Chibuleo y Salasaca) y de la Amazonía.

Fundó una empresa familiar a través de la hostería River View que ahora fue adquirida por el grupo de inversionistas europeos GesTuHotel. Impulsó además un proyecto comunitario de naranjilla con apoyo del Ministerio de Agricultura.