Pelileo es la tercera ciudad del Ecuador donde se aplica un proyecto de capacitación profesional con el objetivo es generar trabajo.

Primero, se lo implementó en Cayambe y después, en Ibarra.

Los beneficiados están involucrados en agricultura orgánica, ganadería, fabricación de muebles y textiles.Este plan de formación beneficia a 1.300 personas involucradas con la agricultura orgánica, manufactura de muebles, confección de prendas y ganadería mayor y menor.

Los responsables son la Secretaría Técnica de Capacitación y Formación Profesional (Setec), el Municipio y la empresa Publicopias.

Los objetivos son contribuir con profesionales con formación teórica (40%) y práctica (60%), crear microempresas y dar empleo.

Los talleres se iniciaron en mayo a un costo de casi un millón de dólares, para el que la Setec aportó $ 875 mil. Los cursos incluyen material didáctico, herramientas y equipos especializados y lunch.

Andrés Acosta, gerente de Publicopias que se encarga del programa, explicó que la enseñanza contempla cuatro horas semanales en un horario flexible.

El promedio de horas de clase a cumplir es 140 en el transcurso de un año. Las aulas del Instituto Superior Pelileo sirven para la enseñanza teórica, al igual que instituciones educativas de las parroquias Bolívar y Huambaló.

Las prácticas agrícolas se desarrollan en una propiedad situada en el cerro Nitón. Allí hay tractores, herramientas agrícolas y un técnico especializado.

Danilo Morales, coordinador municipal del plan, dijo que en el área agrícola el objetivo es crear un huerto que sirva como referente para que los participantes puedan implementar granjas similares.

De los 1.300 alumnos 100 se capacitan en especies menores; 75, en ganadería mayor; 425, en agricultura orgánica; 300, en textiles; y 400, en carpintería.

De igual forma, la iniciativa contempla asesoría legal sobre instalación de talleres y fábricas propias. Así lo explicó Holger Paredes, alumno de carpintería y técnicas madereras. “Las materias como psicología y orientación administrativa nos enseñan cómo gestionar la instalación y administración de un negocio propio, al igual que manejar situaciones de riesgo y momentos negativos en el ambiente laboral”.

Uno de los escenarios con más movimiento es el de carpintería y tallado. El miércoles, en un galpón de 17 por 7 metros, de propiedad de Mario Cisneros, presidente de los artesanos de Huambaló, 50 personas equipadas con cascos, guantes, mandiles y gafas, recibían la cátedra artesanal.

“Primero realizamos los trazados en el pizarrón y luego nos dedicamos a un trabajo primario sobre madera. Después, el instructor nos hace las correcciones y recomendaciones para perfeccionar la técnica y la forma del tallado que es el sello característico de la parroquia Huambaló”, dijo Manuel Gómez.

En este lugar, el 70% de los 15 mil habitantes se dedica a la fabricación de muebles.