En 2014 la Organización Mundial de Salud (OMS) informó que Ambato es una de las tres ciudades con el aire más limpio en Latinoamérica.

Junto a Ibarra, al norte del país; y Salvador de Bahía, en Brasil; la capital tungurahuense obtuvo esta mención entre un total de 1.600 ciudades de 91 países, en las que se realizaron mediciones de sustancias contaminantes de la atmósfera.

A fin de mantener la pureza del ambiente, el Cabildo ambateño emprende en estos días uno de los proyectos más aplaudidos y beneficiosos para la salud de sus habitantes.

Se trata del Plan de Optimización de la Calidad del Aire, el cual contempla implementar un sistema de análisis ambiental y otros esfuerzos.

Uno de los principales es la instalación de una estación de monitoreo de la calidad del aire, la primera en la urbe. Con ella se medirán, entre otras cosas, sustancias polutivas como smog y ceniza volcánica.

Tras dos meses de ensayos técnicos, la unidad fue inaugurada ayer en presencia de autoridades locales.

Luis Amoroso, alcalde de Ambato, explicó que una de las prioridades de su administración es dotar a los pobladores de un entorno ecológicamente equilibrado. “Los ciudadanos tienen derecho a respirar un aire puro. El proyecto contempla más adelante levantar  una línea base de investigación sobre los contaminantes más fuertes que afectan a la urbe, a fin de determinar políticas públicas que generen cambios en el comportamiento de la población”.

La estación consta de un receptor de muestras, muy similar a una antena, y tres analizadores de sustancias contaminantes, ubicados en la terraza del edificio sur del Cabildo.

Uno de los monitores analiza partículas invisibles, pero de gran afectación para la salud. Así lo dio a conocer Santiago Jácome, jefe de proyectos ambientales del Municipio.“A este aparato de lo puede modificar para analizar materiales particulados de cualquier tamaño. Entre ellos la ceniza volcánica, la cual será evaluada a diario a fin de establecer su composición, tamaño, textura, color, etc.”.

La inversión en esta maquinaria es de $ 105 mil y funciona en fase experimental desde enero de este año.

Análisis permanente

Debido a que estos aparatos son automáticos y programables, la medición de concentración de monóxido de carbono, producido por el tránsito vehicular; partículas sedimentables y óxidos de nitrógeno, entre otros, se realiza las 24 horas.

“Tras cada análisis los monitores arrojan resultados que son estudiados por personal municipal de medio ambiente. El informe de calidad del aire, en el que se incluirán los resultados de mediciones móviles de opacidad en terminales terrestres, será emitido a fines de año para conocer la calidad del aire y hacer comparaciones con estadísticas anteriores”, agregó Jácome.

Otro de los esfuerzos del Cabildo   para mejorar la calidad del medio ambiente es la colocación de grandes macetas en la ciudad con árboles que, a más de adornar la urbe, sirven como ‘micropulmones’.

En 2015 se invirtieron $ 39 mil para la colocación de 300 macetones en diferentes barrios. (I)