Ambato es una ciudad vulnerable a los deslaves
Los deslaves son uno de los principales factores de riesgo en Ambato durante la época de lluvias, por la irregular topografía de la ciudad, a lo que se suma el alto riesgo sísmico y la existencia de construcciones en zonas de peligro.
Por ello, aunque las precipitaciones serán de baja intensidad este año en la zona, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), la situación no deja de preocupar a las autoridades.
De acuerdo con Lourdes Mayorga, Directora (e) de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) en Tungurahua, los peligros son evidentes. En el norte de la ciudad, por ejemplo, se observa muchas viviendas asentadas en montañas, cuencas, laderas y quebradas, especialmente en el Socavón y la ladera del barrio San Luis. Solo ahí se han identificado alrededor de 350 casas edificadas en zonas de alto riesgo de deslaves, según Mariana Ortiz, Directora del Departamento de Planificación y Gestión de Riesgo del Municipio de Ambato.
En la avenida Rodrigo Pachano, en la parroquia Atocha, el camino asciende hacia el sector del Aquigo, donde también existen alrededor de 120 viviendas ubicadas en la parte alta. En la loma Santa Elena, correspondiente a la parroquia Pinllo y al barrio Ficoa, se observan al menos 450 casas situadas al filo de la quebrada de Quillalli. Allí, cada 35 años ha ocurrido un deslave de gran magnitud que ha destruido todo a su paso, según Marcelo Flores, morador del lugar. Este deduce que esto posiblemente vuelva a ocurrir dentro de poco tiempo si no se toman medidas de prevención.
Andrés Aguilar, técnico de la SNGR- Tungurahua, sostuvo que toda quebrada, talud de hasta 30 metros y cuenca, son considerados desfogues o desagües naturales, que descienden desde la parte alta por el occidente, y tienen que estar totalmente habilitadas y limpias.
Además, explicó que en la zona occidental existen varios sectores que también son riesgosos, entre ellos están; Illagua, Tondolique, El Arenal, Pasa, Quillán Las Vegas, Llangahua, mientras que al noroccidente se ubican El Progreso, San Juan, Vía a Quisapincha, Samanga, Río Culapachán, quebrada de Pataló, entre otros, que según el mapa de amenazas del SNGR, son peligrosos.
Héctor Velasteguí, morador del barrio San Luis, aseveró que está consciente que arriesga su vida y la de su familia. Pero afirmó: “No tengo otro lugar donde vivir, ni tampoco dinero, ya que todos los ahorros de mi vida los invertí en esta casa”.
Como él, más de 950 familias se rehúsan a ser reubicadas, aunque dicen estar alertas cuando inician las temporadas de lluvias y son vulnerables ante estas amenazas.
La Directora del Departamento de Planificación del Municipio de Ambato manifestó que la entidad no puede impedir la construcción en esos lugares, ya que son terrenos propios y cuentan con títulos de propiedad.
Por otro lado, dijo que el Gobierno Municipal no cuenta con un registro específico de cuáles son las construcciones ilícitas en estas zonas, pero cada cierto tiempo realizan campañas informativas en los medios de comunicación para alertar de los peligros que esto ocasiona, especialmente cuando existen precipitaciones.
Además, sostuvo que las personas ya no deben invertir los ahorros de sus vidas en terrenos inestables que pueden deslizarse en un abrir y cerrar de ojos y dejarlos sin nada. Mientras que para las personas que ya viven en las zonas de riesgo, el organismo local efectúa obras de estabilización a fin de brindarles seguridad y en otros casos recomienda su reubicación.