Ambato es más amigable para los discapacitados
“Ambato es una de las pocas ciudades del centro del país con atención prioritaria para personas con discapacidad”, comentó Alicia, discapacitada física de 35 años.
Ella se refiere a las obras que el Municipio de Ambato ha incorporado desde hace cinco años en el centro de la ciudad, con el objetivo de facilitar la movilidad de personas con capacidad reducida.
Las rampas de acceso a los principales edificios públicos, instituciones, mercados y bancos; los espacios del sistema de parqueo tarifado destinados para vehículos que transportan personas con movilidad reducida; baños públicos con acceso a personas en sillas de ruedas y el sistema de semaforización recientemente incorporado en la urbe, son algunas de las adecuaciones que el Cabildo y ciertas instituciones privadas han implementado para permitir que los individuos con discapacidad física realicen sus trámites con normalidad.
“Por disposición del Alcalde de la ciudad, hemos implementado en el edificio municipal, los requerimientos necesarios para que los discapacitados que necesiten realizar sus trámites en esta dependencia, puedan hacerlo sin inconvenientes. Esto se logra gracias a las rampas de acceso colocadas en las principales entradas y los ascensores, que han sido adaptados para que personas con sillas de ruedas, puedan ascender a los pisos superiores”, dijo Ramiro Vela, jefe de comunicación de la municipalidad.
Incluso en el nuevo edificio municipal, ubicado en la parte sur de Ambato, se han incorporado áreas que serían suficientes para facilitar la movilidad y accesibilidad de personas con discapacidad; entre ellas: accesos principales y secundarios señalizados; zona amplia de parqueo para vehículos transportadores; ascensores y rampas adecuadas; puertas y pasillos lo suficientemente anchas para la movilización, etc.
Por otra parte, los discapacitados tanto visuales como auditivos son beneficiarios del nuevo sistema de semaforización de la ciudad.
Jorge Vinueza, discapacitado visual desde hace 25 años, señaló que “el sonido que emiten los semáforos antes del cambio de color en el centro, es una gran ventaja para los ciegos, que en más de una ocasión han sido víctimas de accidentes por no contar con este tipo de adecuaciones. “De igual modo, esto nos permite un poco más de independencia al caminar por las veredas, porque la mayor parte del tiempo, los discapacitados visuales teníamos que valernos de un bastón, un perro o una persona comedida”, afirmó.
Al igual que Jorge, 930 personas con ceguera permanente y 2.055 con sordera serán beneficiados por esta clase de dispositivos de ayuda.
Las personas no videntes también cuentan en Ambato con el espacio denominado BiblioLuz, dentro de la Biblioteca Municipal, que está diseñada específicamente para ciegos desde hace cinco años.
Libros braille y un software especial para no videntes, les permite escuchar libros hablados con todo detalle en computadoras, además de un asistente en las inmediaciones, son algunos de los detalles de este espacio que recibe aproximadamente a 60 personas por mes.
Mercedes Santana, promotora en el Servicio de Integración Laboral (SIL) para personas con discapacidad, programa que integra un promedio de 10 individuos por mes al sistema laboral de empresas privadas y públicas, agradece estas adecuaciones, pero señala que aún existe descuido en algunos sectores.
“En la esquina de la Doce de noviembre y Mera, existe una rampa de acceso a la sede de Asoplejicat que no nos ayuda en nada, ya que por la colocación del sistema semafórico se destruyó y aunque posteriormente se la reconstruyó, no se la dejó con el ancho suficiente; además que está en una curva muy peligrosa donde bajan buses y nos pone en riesgo”.
Otra de las quejas por parte de los discapacitados es que no se les toma en cuenta en la planificación y construcción de todas las áreas importantes y edificios.