Ambato cuenta con una unidad técnica de adopción de menores
Las parejas que por diversas causas no pueden concebir y se deciden por la adopción, ahora cuentan con un servicio más agilizado que les permitirá cristalizar su anhelo de formar una familia. Esto gracias a las Unidades Técnicas de Adopción del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), que han logrado acelerar los trámites de adopción.
“Una de las prioridades dentro del gran trabajo que realiza la cartera de Estado ha sido justamente la creación de estas dependencias, donde se delega a un equipo conformado por una abogada como principal responsable, un psicólogo, una trabajadora social y una asistente para que evalúen caso por caso las peticiones de los futuros padres y se acelere el proceso de adopción”, dijo Carlos Castro, coordinador del ministerio.
Añadió que con ello, los niños que se encuentran en las diferentes casas-hogares, serán entregados, en el menor tiempo posible, a los mejores perfiles de padres que les brinden un ambiente de amor, paz, estabilidad y protección, como la Constitución lo ordena.
En la Zona 3, conformada por Cotopaxi, Chimborazo, Pastaza y Tungurahua, los interesados en solicitar la adopción deberán dirigir sus trámites al MIES de Ambato.
El procedimiento contempla primero contactar con las unidades de adopción, donde se recibirá la orientación, se registrará la información básica y se obtendrá una cita para la entrevista preliminar.
Luego, los candidatos deberán participar en los círculos de formación de padres adoptivos y posterior a esto entregarán la solicitud y los requisitos médicos legales para finalmente ser declarados como idóneos a la solicitud de adopción. Si este último paso es afirmativo, se realizará por parte del ministerio la asignación del niño o adolescente a los posibles padres.
Bernardo, padre adoptivo de un niño de 10 años, señala “es muy importante la agilidad en los trámites, ya que la ilusión de tener un niño y criarlo es muy grande para una pareja que no tiene el privilegio de concebir. “En ese tiempo de espera se pone en riesgo la estabilidad emocional y sentimental de la pareja”, subrayó.
El año pasado se registraron 1.200 procesos de adopción a nivel nacional y actualmente más de 1.800 menores están en lista de espera en los 60 centros de acogida temporal o permanente que funcionan a nivel nacional.
Castro señala que este programa contempla también la preparación y capacitación de los posibles padres, para que las parejas reciban la información necesaria sobre las condiciones físicas, psicológicas y sociales que los futuros hogares deben reunir como requisitos, previo a la entrega del menor.
Isaac Benavides, padre adoptivo recalca la importancia del proceso de seguimiento después de la asignación de un hogar para el menor huérfano.
“Durante más de un año, los psicólogos y demás evaluadores visitan el hogar que acoge al niño. En estas visitas se evalúa el trato que los padres están dando al menor y me parece que es algo muy importante porque ahí se puede medir el grado de aceptación que ha tenido el niño y viceversa. De esta forma se garantiza un buen trato para el niño y el buen ambiente familiar”.
En el seguimiento, es decir durante los dos años contiguos a la adopción, tanto los padres como los menores recibirán asesoría y orientación por parte de los profesionales para acompañar en el proceso de adaptación y fortalecimiento de vínculos familiares.
La finalidad de la adopción es garantizar una familia idónea, permanente y definitiva al niño, niña o adolescente que se encuentre en aptitud social y legal para ser adoptado, ya que, según Castro, “no es cuestión de entregar un niño como un objeto, sino que haya una conciencia y que exista el compromiso de asumir a los menores como parte del hogar”.