Es el cuidador de los artículos de fe de la Iglesia Católica en Riobamba. Por sus manos han pasado santos, cristos y vírgenes que hoy ocupan puestos especiales en los santuarios de las iglesias de Ecuador.

Se trata de Alejandro Robalino, quien lleva 56 años  reconstruyendo y creando imágenes para la veneración católica.

En su taller, ubicado en la calle Olmedo, entre Juan de Velasco y Tarqui,  se observan imágenes  que han sido llevadas de diferentes lugares. La más reciente es una  imagen de la Virgen María, que luego de la procesión del martes de Semana Santa, se cayó y sus manos se rompieron. Y gracias al talento de don Alejandro está como nueva. “Para mí es algo especial  saber que depende de este servidor devolverles la ilusión a través de ese objeto especial que forma parte de su fe, de su esperanza”, dijo el artista.

El reconocimiento a su trabajo ha venido de todo el país pues recibe obras de Quito, Guayaquil, Tulcán  y de otros rincones. “Siempre podemos restaurar lo que nos traigan”, acotó Alejandro. Y de todas las efigies  ¿de cuál es devoto?. Con una leve sonrisa y dando un vistazo a su taller contestó: “De todas, porque cada una tiene algo especial”.