Luego de 110 días de construcción, la comunidad Sarayaku -ubicada en la cuenca del río Bobonaza- recibió el nuevo sistema de agua segura.

En esta obra el Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Pastaza invirtió más de 100 mil dólares.

Para la aplicación del sistema, el constructor Édgar Lara manifestó que se han edificado un tanque reservorio y 5 kilómetros de línea de conducción para llegar hasta la comunidad donde entregarán el líquido vital a través de 120 o 150 acometidas en los domicilios.

El contratista destacó que para concluir la obra contaron con el apoyo directo de los mismos beneficiarios, quienes trasladaron el material de construcción sobre sus hombros desde las playas del río Bobonaza.

“Es una obra trascendental y costó grandes sacrificios a la gente de la comunidad. Garantizamos la vida útil del sistema que durará los próximos 20 años”, dijo Lara.

Wellington Vásquez, concejal rural, resaltó que la obra fue posible gracias a la autogestión de la comunidad Sarayaku. “Los beneficios sociales y para la salud de esta obra son incomparables para este lugar, aunque la mayor parte de la infraestructura no sea visible porque está enterrada”, subrayó.

Alonso Gualinga, delegado del gobierno parroquial de Sarayaku, expresó que el proyecto se convirtió en realidad mediante el trabajo en minga realizado por el Municipio a través de la Empresa Pública de Agua Potable y Alcantarillado, la Junta Parroquial y los comuneros.

Proyectos como el de Sarayaku, que está ya en funcionamiento, están siendo replicados por el Municipio en otras 13 parroquias rurales del cantón Pastaza; por ejemplo en la comunidad Kapirna, ubicada en territorio de la nacionalidad Shiwiar, en el extremo oriental, donde la obra ha demandado una inversión de 20 mil dólares.

“Con el agua en sus casas, los moradores de esta zona dejan atrás un pasado lleno de grandes incomodidades, debido a que para abastecerse de agua apta para el consumo humano debían traerlo de una fuente que se ubicaba bastante distante del poblado”, dijo Remigio Dahua, habitante de la comunidad.

La inversión total en  los proyectos de agua segura para varias parroquias alcanza los 500 mil dólares.