Los días soleados, seguidos por tardes de lluvia y madrugadas de bajas temperaturas afectan al agro y a la salud de cientos de personas en Cotopaxi y Tungurahua.

Juan Chicaiza, agricultor de 58 años, sembró maíz blanco y arveja en 300 metros cuadrados de un terreno que posee en el barrio Loma de Brazales, parroquia Eloy Alfaro, cerca  de Latacunga.

Sin embargo, cerca de la época de cosecha vio impresionado cómo sus sembradíos fueron dañados primero por la sequía y en las últimas semanas por los continuos e inusuales aguaceros que a veces se acompañan de truenos.

Según Chicaiza, se dedicó a la agricultura desde niño, pues es el oficio que aprendió y heredó de sus padres y no conoce otra forma para ganarse el sustento. “En tantos años que llevo en esta actividad, he visto modificaciones inesperadas en el clima, pero es la primera vez que los cambios son tan bruscos en pocos días o semanas”, comentó Chicaiza.

El campesino está preocupado, como cientos de otros hombres de fincas en esta provincia. Considera que ya no se puede aplicar el calendario agrícola de todos los años y por ello le resulta más difícil saber cuándo llegarán las épocas de siembra y las de cosecha.

El clima cambiante también afecta a los citadinos. El Sol inclemente, las lluvias fuertes y los fríos de las mañanas de hasta 5 °C centígrados que soporta la capital cotopaxense han modificado los hábitos de la gente.

Es el caso de Andrea Herrera, madre de 2 menores de 10 y 8 años, a quienes abriga bien por la mañana, pero viste con ropa ligera debajo de las chompas para soportar los rayos solares de la tarde.

Además, incorporó nuevos elementos que se han vuelto infalibles en las mochilas escolares: paraguas, bufandas y gorras. “Hace 2 meses ambos se enfermaron con gripe por el clima cambiante, pero eso me dejó la lección de prepararlos a diario para soportar variaciones en pocas horas”, aseguró Herrera.

Las percepciones ciudadanas no son equivocadas, pues según los expertos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) el actual período lluvioso es el más irregular de los últimos 10 años.

Ello debido a que en diferentes zonas del país hubo neblina, acompañada de bajas temperaturas. También días de intenso calor con ausencia de lluvias y luego con fuertes precipitaciones.

La situación obedece a un comportamiento anómalo de la atmósfera, en la que se evidencian fenómenos adversos, precisan los técnicos del organismo. “Los últimos chubascos, con intensidad de media a fuerte, en varias zonas del país —en algunos casos— son un rezago de lo que no ocurrió en abril. Evidencian también el cambio climático. Así la seguridad alimentaria también se ve muy afectada. Igualmente, algunas especies como las aves al no encontrar su hábitat natural migran a otros lugares”, dijo Carlos Naranjo, director ejecutivo del Instituto.

Según la página oficial de la entidad, los siguientes días en Latacunga serán nublados claros y parciales, y tendrán lluvias aisladas. Se espera que los 10 °C se mantengan con leves variaciones.

En Ambato, el Sol pega con fuerza alrededor de las 13:00 y la temperatura sobrepasa los 20 °C. En la tarde, se nubla y el calor desciende a 13 °C o menos grados hasta situarse por debajo de los 10 °C en la noche.

“He visto lluvia con Sol y frente a ello no queda más que llevar paraguas que luego sirve también de sombrilla y viceversa. Mis hijos se han resfriado varias veces en los últimos 2 meses. Trato de protegerlos con jugos de naranja y vitaminas, pero no es del todo efectivo”, dice Sonia Reascos, en Ambato.