La conservación de áreas verdes, limpieza de baterías sanitarias y el buen estado de las aulas, biblioteca, auditorios y demás espacios de un plantel educativo, dependen en gran parte de los estudiantes.

Los esfuerzos del Ministerio de Educación, autoridades institucionales, padres de familia y docentes, para dotar a los alumnos de un adecuado ambiente académico resultan inútiles si no hay el compromiso de los jóvenes por utilizar responsablemente las instalaciones y denunciar acciones vandálicas que atenten contra la infraestructura escolar.

Norma Toro, rectora encargada de la Unidad Educativa Mario Cobo Barona, de Ambato, en entrevista con diario EL TELÉGRAFO explica la importancia que tiene una veeduría estudiantil para mantener en óptimas condiciones las inmediaciones, espacios y equipamiento de esta unidad educativa.

¿Qué papel juegan los estudiantes en el cuidado de los bienes institucionales?

Sin duda el principal. Pese a que en el tema además están involucrados los padres, maestros, autoridades del Distrito de Educación y personal de aseo, si los chicos no tuvieran una cultura de respeto hacia el lugar donde se educan el plantel se deterioraría rápidamente y sería blanco de actos vandálicos. Los alumnos son los responsables directos del buen mantenimiento del colegio, pues en él tiene lugar  su aprendizaje diario y es su principal espacio de socialización. Además de ser el alma del plantel, los alumnos son los principales veedores que la institución tiene.

¿Qué tareas involucra ser un veedor institucional?

Al igual que en una urbe los ciudadanos, directa o indirectamente son los responsables de prevenir daños a la propiedad pública y privada mediante la denuncia de acciones irresponsables, los alumnos están comprometidos a notificar a las autoridades del plantel cualquier acción irrespetuosa y reprochable. Mediante esto ellos aprenden de manera sencilla y cercana el significado de responsabilidad social y compromiso ciudadano, requisitos indispensables de un profesional moderno, sea cual sea su especialización.

No obstante, los padres y docentes también están involucrados, ¿cuál es su aporte en este asunto?

Los niños y jóvenes reproducen en sus unidades educativas lo que ven, aprenden y practican en sus hogares, de ahí la importancia de la formación paterna. Una vez en el plantel la labor de los tutores, que a la vez son maestros, es vital pues ellos son los encargados de inculcar a los chicos valores tan fundamentales como la ética, moral, respeto, tolerancia, responsabilidad y demás buenas costumbres. Con mucha razón se dice que los docentes son los ‘segundos padres’ de los estudiantes.

Al parecer el ejemplo es la única forma de influir profundamente en los jóvenes, ¿en qué otros grupos inciden estas acciones?

En los más pequeños. Desde septiembre de 2014, fecha en la que los colegios María Natalia Vaca y Juan Francisco Montalvo se fusionaron tras 40 años de laborar en las mismas instalaciones pero en horarios distintos, nuestra institución cuenta con educación inicial. Al igual que en una casa, los alumnos más pequeñitos miran el accionar de sus predecesores y siguen su ejemplo. Por esto es importante que padres y maestros enseñen a sus hijos y alumnos buenas prácticas, pues ellos a su vez dan ejemplo de civismo a sus hermanos menores y compañeros de ciclos menores.

¿Qué acciones se desarrollan en el plantel para fomentar el respeto por la naturaleza?

Los programas de participación estudiantil abarcan varias temáticas. Entre ellas el respeto y cuidado al entorno ambiental. En este grupo participan alumnos de diversos cursos y su tarea es cuidar las áreas verdes existentes así como los jardínes. Mediante esto les enseñamos la importancia de la forestación para un medioambiente limpio, sin contaminación y por ende, para una buena salud.

En cuanto a la limpieza y desinfección de las baterías sanitarias, ¿con qué frecuencia se realizan?

Diaria. El personal de aseo realiza el saneamiento de los servicios higiénicos desde muy temprano, y antes del inicio de cada turno, pues la institución cuenta con horarios diurno, vespertino y nocturno. Esto porque la salud de nuestros estudiantes depende de la permanente desinfección y aseo de estos espacios. Además, el ornato de la institución no estaría completo si no contáramos con baños limpios.

Debido a la presencia de infantes, ¿se planifica la construcción de baterías sanitarias adecuadas para ellos?

Ahora mismo se está edificando un baño para niños, cerca del bloque donde funcionan las aulas de cursos menores. Hasta ahora no lo hemos tenido porque este es el primer año lectivo en el que incorporamos educación básica. Los niños podrán realizar sus necesidades básicas con total comodidad y seguridad pues las medidas de las nuevas baterías sanitarias tienen como público objetivo a menores de entre 4 y 7 años.

Además de esto, ¿qué otras importantes dotaciones se han realizado en el plantel?

Con la finalidad de brindar todas las comodidades académicas del caso, en un esfuerzo conjunto entre el Distrito 2 y la Zonal 3 de Educación y las autoridades de la unidad educativa, pudimos aumentar significativamente el número de pupitres y pintar las aulas. Se planifica, además, completar la construcción del coliseo institucional, cuya edificación inició hace 10 años, pues esto sumaría otro escenario a los ya existentes donde se llevan a cabo los programas deportivos, sociales, culturales y artísticos.

En cuanto a la alimentación de los estudiantes, ¿qué nos puede contar?

Existe un bar para toda la institución. Sin embargo, en el lugar donde funciona se atiende eficientemente a los 3.400 chicos que aquí se educan. Allí se expenden frutas, verduras y demás comida saludable. Esto es vigilado de cerca por una comisión interna que se encarga de controlar que los alimentos disponibles sean frescos, saludables y no estén en la lista de comida prohibida por el Ministerio de Educación para bares estudiantiles, cuyo contenido es alto en azúcar, sal y grasa.

¿Existe algún comedor?

De momento contamos con uno solo, en el que se alimentan los alumnos del colegio. Estamos construyendo un comedor para estudiantes pequeños en el que podrán alimentarse los más pequeños. En este espacio ellos podrán comer con las comodidades del caso y en las condiciones sanitarias y de seguridad requeridas al momento de la alimentación.

DATOS

Además de la dotación de pupitres y el pintado de aulas, las autoridades del plantel planifican culminar la construcción del coliseo institucional.

En estos días también se están terminando las baterías sanitarias para los alumnos de educación inicial.

Estas se encuentran cerca de las aulas de los menores y su uso está enfocado en chicos de entre 4 y 7 años.

En el bar de la institución se expenden frutas como plátanos, naranjas, mandarinas, kiwis, y una gran variedad de verduras preparadas y alimentos sanos. Un grupo de maestros vigila el expendio periódicamente.

Actualmente se encuentra en construcción el comedor para alumnos menores. Ahora existe uno en el que se alimentan los alumnos de educación superior de los 3 horarios, y está ubicado en la parte interna del bar.