La capital tungurahuense produce 300 toneladas de desperdicios sólidos diariamente
62 t de desechos al día recogerán los recicladores ambateños
Es usual cruzarse con ellos en las calles de Ambato, aunque su trabajo ya no llame la atención. Algunos se movilizan en triciclos, otros empujan carros de madera y fierro o cargan en la espalda sacos de yute.
Son los recicladores, quienes a diario remueven los desechos para rescatar papel, cartón, plásticos o metal. En la capital tungurahuense hay alrededor de 300 recicladores informales y 13 formales. Estos últimos están agrupados en la Asociación San José de Chachoán.
La Municipalidad, a través de la Empresa Pública Municipal de Gestión de Desechos Sólidos (Gidsa), trabaja con ellos en un proyecto inclusivo para capacitar, unir y potenciar la labor de los informales. Una vez consolidado este plan se volverá el más importante de su tipo en la región centro del país, se espera que esté operativo en 2017.
“Empezamos ya a capacitarlos, luego los carnetizaremos y les entregaremos uniformes para que la gente los identifique y apoye su labor. Solo así se logrará potenciar su organización, mejorar sus ingresos y contribuir con el cuidado ambiental”, explicó Luis Amoroso, alcalde de Ambato.
El Plan, según los técnicos de Gidsa, está dividido en 4 acciones: La primera se relaciona con la participación de los 350 mil ambateños en la clasificación de los desechos domiciliarios.
Además, incluye la organización del sistema productivo y de comercialización de lo reciclado; la estructuración de la asociatividad y la aplicación de ordenanzas en favor del reciclaje. En esta ciudad está vigente una ordenanza para la prevención y control de la contaminación causada por actividades agroindustriales, industriales, artesanales, domésticas y de servicios. El Municipio les otorga un permiso ambiental de funcionamiento que se debe renovar cada año.
Wilmer Tibanlombo es uno de los integrantes de la Asociación Chachoán. “Nos reunimos periódicamente para hablar del proyecto y analizar las recomendaciones de cómo hacer mejor este oficio. En mi caso trabajo 11 horas diarias en promedio en 2 horarios de 05:00 a 10:00 y de 14:00 a 20:00”.
Según Tibanlombo, tienen conexiones con empresas y familias que les guardan con anticipación botellas plásticas, cartón, papel y metal. “En mi caso obtengo unos 350 kilos de material reciclado al mes que luego se vuelve materia prima. Así ayudamos al ambiente y alargamos la vida útil del relleno sanitario.
Entregamos nuestras cargas a empresas privadas, y consigo un ingreso mensual de entre $ 80 y $ 120. También cuido carros en las calles”.
Tibanlombo tiene 25 años y hace 13 empezó en esta labor cuando su padre falleció y tuvo que encargarse del sustento de su madre y hermanos. “Me gusta lo que hago y creo en el proyecto municipal porque me volvieron un líder”.
Esta acción inclusiva tendrá como central de operaciones el actual relleno sanitario situado en la vía al cantón Píllaro. “Hemos conseguido alargar la vida útil de este sitio por lo menos unos 4 años más. Entre tanto se trabaja en los estudios del nuevo y hay 3 sitios posibles en zonas áridas.
El Ministerio del Ambiente escogerá el mejor sitio. La labor de los recicladores es muy importante”, reconoció Mauricio Carranza, gerente de Gidsa. (I)