Mediante Acuerdo Ministerial N° 03642, la cartera de Salud aprobó el instructivo para uso de la receta médica, con el fin de regular y controlar la prescripción y dispensación de medicamentos en las unidades operativas.

Esto porque la Ley Orgánica de Salud  especifica en su artículo 167: “La receta emitida por los profesionales de la salud facultados por la ley para hacerlo, debe contener obligatoriamente y en primer lugar el nombre genérico del medicamento prescrito”.

El objetivo es darle más opciones al paciente que la simple posibilidad de adquirir el medicamento con marca comercial.

Pero según Mariana Vinueza, comisaria de Salud en Chimborazo, este artículo no se está cumpliendo de manera óptima. “Hemos realizado controles en farmacias y se han decomisado recetas que no cuentan con este detalle de anteponer los genéricos. Ya se socializó esta situación con médicos, obstetrices, odontólogos, para que expliquen al paciente que el principio activo del medicamento es el mismo en el genérico, no afecta en nada e incluso el precio es menor”, señaló.

El citado artículo también es aplicable a los farmacéuticos. “Cuando una persona se acerca a la farmacia, es obligación del dispensador indicarle que existen medicamentos de marca y los genéricos para que, de esa manera, el consumidor elija lo que considere mejor”, dijo Vinueza.

Por ejemplo, Daniel Rivas propietario de la Farmacia Bristol (Riobamba), instruyó a sus empleados para que al momento en que ingrese una persona con la receta médica, se le ofrezca una gama de ocho a 12 productos con la misma composición recetada. Incluso existen profesionales capacitados que manejan cuatro idiomas (español, kichwa, inglés y lenguaje en señas).

“Procuramos cumplir con la ley. En ocasiones llegan personas indígenas que no manejan el español y al tener a alguien que hable su propio idioma se les puede explicar bien sobre la medicina que les ha sido recetada y las opciones que tienen con los medicamentos genéricos. Sí  han llegado recetas de parte de los galenos que no anteponen el genérico, pero nuestra obligación es explicar al cliente sobre el uso de los fármacos y los genéricos”, dijo Rivas.

Y justamente la falta de promoción del nombre genérico al emitir la receta por parte de varios galenos de la provincia hizo que la Comisaría de Salud chimboracense sancionara  a 40 de ellos.

La pena que estipula la ley por el cometimiento de la infracción es el pago de un salario básico unificado (318 dólares) y la reincidencia se castiga con  el doble de esa cantidad (636 dólares).

Para el galeno Herbarth Torres, quien ejerce su profesión en una clínica privada, si bien la disposición ayuda al bolsillo del consumidor, se deberían realizar estudios frecuentes sobre los genéricos para conocer si cumplen con las características especificadas para ellos. “Es una obligación que debemos cumplir, es mucho más barato y la persona en la mayoría de los casos recibe la misma medicina; sin embargo, considero que para que el paciente y el médico se sientan seguros de que cumple con los parámetros, se deben realizar las revisiones del caso”, señaló el facultativo.

Mientras tanto, un breve sondeo mostró que la ciudadanía desconoce, en la mayoría de los casos, su derecho de poder elegir la presentación de la medicación recetada. “Estamos preparando la socialización de los derechos de los ciudadanos con respecto a este caso. Y para ello acudiremos a los hospitales, colocaremos rótulos y seremos más estrictos en controlar que se respete el art. 167 de la Ley Orgánica de Salud”, señaló la Directora de Salud al respecto.

Según el Ministerio de la Producción, en el país el uso de genéricos registra un nivel del 5%, lo que es considerado muy bajo.

MEDICAMENTOS GENÉRICOS, CON AVAL DE LA OMS

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un medicamento genérico es aquel que está  fabricado con los mismos ingredientes activos y está disponible con la misma potencia y dosificación que su equivalente de marca. 

Un  genérico puede ser elaborado una vez vencida la patente de la medicina de marca, siempre que reúna todas las condiciones de calidad y bioequivalencia; también debe ofrecer la misma seguridad que cualquier otro medicamento. Su ventaja es el menor costo.