El programa ‘Tren Social’ volvió a ofrecer la oportunidad de conocer el país ‘sobre rieles’ a otro grupo social. Esta vez, las beneficiadas fueron 30 madres oriundas de la parroquia Licto, en Chimborazo, que reciben el Bono de Desarrollo Humano (BDH).

Ellas viajaron en la ruta Riobamba-Colta. Esto fue posible gracias al convenio entre el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y Ferrocarriles del Ecuador Empresa Pública (FEEP).

El objetivo de este acuerdo interinstitucional es organizar viajes de esparcimiento en tren y autoferro  para personas que son atendidas por la cartera de Estado como adultos mayores, personas con discapacidad, madres que reciben el bono y niños. 

El silbato del tren marcó el inicio de la travesía a las 12:00
Luego de 45 minutos de viaje arribaron a la estación de Colta a 3.212 metros de altura. En este valle verde y húmedo, según los historiadores, se levantó una ciudad aborigen que se denominó Liribamba, la cual fue quemada por Rumiñahui para que los españoles no disfrutaran de sus riquezas.

La mayoría de las madres, por su condición de pobreza, jamás habían disfrutado de un viaje similar. “Nunca he salido de mi parroquia y quería conocer la laguna de Colta”, comentó entusiasmada María Cabay.

Pero antes de llegar a la parada de Balbanera (Colta), las mujeres miraban admiradas los paisajes andinos con sus amplios pastizales y sembríos de papas, cebada, trigo, habas, chochos, arveja y toda clase de hortalizas. 

Ya en la parada de Balbanera, la más antigua del Ecuador, el grupo disfrutó de un refrigerio, visitó senderos y recorrió el Centro Superior de Sabiduría Ancestral  Jatun Yachay, donde recibieron una ‘limpia’ y la explicación de la festividad del Inti Raymi.

La Balbanera, fundada en 1534, fue la primera iglesia Católica construida en suelo ecuatoriano.
Otras iglesias importantes en el área son la Archibasílica de Nuestra Señora de las Nieves y sus catacumbas; también la de Santo Cristo y la iglesia de San Lorenzo de Cicalpa.
Otro atractivo que admiraron fue la laguna de Colta o Kultakucha en lengua quichua, que está en proceso de recuperación y ornamentación.

Un grupo de danzantes despidió a las visitantes. María Allauca comentó que nunca antes había vivido una experiencia similar en la que recibió buen trato e hizo un recorrido que le gustó.