La Dirección Municipal de Servicios Públicos de Ambato habilitó este año cerca de 1.880 locales comerciales, para el desarrollo de la tradicional Feria de Finados.  

Este es uno de los eventos comerciales más rentables de la región y más folclóricos del país. Como en ocasiones anteriores tendrá lugar en la Quinta El Rosario, ubicada al sur de la urbe, a partir del 24.

Comerciantes de Tungurahua y provincias vecinas expenderán allí en forma masiva juguetes, textiles, calzado, utensilios de cocina y artesanías de barro, hojalata, madera y otros materiales.

Jonathan Álvarez, director de Servicios Públicos, explicó que el actual número de puestos disponibles es superior al de 2014. “Hace un año se adjudicaron 1.444 locales comerciales. Esta vez, el personal encargado de definir los  puestos ha distribuido muy bien el espacio disponible en el recinto, sin descuidar la habilitación de pasillos amplios que permitan una fluida circulación peatonal y respetando los accesos”, dijo.

El funcionario indicó además que al momento se encuentran listas las baterías sanitarias y los parqueaderos.
“Contamos con el apoyo de Policía Municipal, Dirección de Tránsito, Policía Nacional, Empresa de Agua Potable, Cuerpo de Bomberos, Empresa Eléctrica, entre otras entidades, para garantizar el suministro de servicios básicos así como el orden y control en la Quinta y calles circundantes”, agregó.

Adjudicación de locales

El alquiler de puestos por parte de la Dirección de Servicios Públicos del Municipio se realizará previo a la presentación de documentos habilitantes, que justifiquen una actividad comercial legal, entre ellos certificado del Servicio de Rentas Internas, y especificación del tipo de negocio a ejercer. Este proceso inicia el viernes, en la Quinta El Rosario.

Del 19 al 23 será la  adjudicación de locales y la feria arranca el 24 y se extenderá hasta el 3 de noviembre.

Norma Freire, hojalatera y comerciante ambateña, apoya esa medida, pues sostiene que de esta forma se evita el desorden y reventa de puestos. “Así se asegura que las personas que sí nos dedicamos a la actividad artesanal, podamos expender gran parte de nuestra producción en la Feria”, aseveró.

Ella, al igual que muchos otros comerciantes, tiene su taller en Ambato y se beneficia económicamente de la llegada de miles de turistas.

Otro de los favorecidos es Roberto Tenesaca, carpintero que elabora juguetes y otros artículos con diferentes tipos de madera. “La época de finados es esperada por muchos colegas pues vienen personas de Quito, Guayaquil, Manta, Cuenca, Puyo y otras ciudades para adquirir, a excelentes precios, los tradicionales pitos, carros, aviones y demás objetos, con el fin de regalarlos a sus hijos”, acotó.

La Feria de Finados no es exclusiva para comerciantes y artesanos de Tungurahua. Según datos municipales, existen pedidos de adjudicación de locales de mercaderes de Azuay, Pastaza, Cotopaxi, Chimborazo y otras provincias.

Sin embargo de todos los comerciantes presentes en la Quinta El Rosario, el 70% son de los nueve cantones de Tungurahua.

El parqueadero del recinto tiene capacidad para 400 vehículos, en donde personal de seguridad vigilará el orden durante todo el día.

Además habrá control de ventas informales por parte de la Policía Municipal, en las calles Barcelona, Córdoba, Manuelita Sáenz, Murcia y Valencia, circundantes a la Quinta El Rosario. (I)

DATOS

Entre las artesanías más compradas en la Feria de Finados están los juguetes de barro, como pitos y alcancías. El precio varía entre $ 2, $5 y $10.    

Otros de los artefactos vendidos son carros, aviones y representaciones en miniatura de árboles, casas y estrellas de madera. Los talleres donde se los elabora quedan en los barrios Picaihua e Izamba, de Ambato.

Una semana después de finalizada la Feria en la Quinta El Rosario, las ventas se trasladan a las calles del tradicional barrio Pinllo, ubicado al suroeste de Ambato. Allí la comercialización dura siete días.

Ahí además habrá locales de venta de colada morada. Esta bebida es la preferida por los visitantes. Su precio varía entre $0,75 y $1, y se sirve acompañada de una empanada o ‘guagua’ de pan. (I)