Mousse de Chocolate

1. Trocee el chocolate y coloque en una olla a baño de María, funda el chocolate a fuego moderado deje que se derrita, adicione la vainilla, el amaretto, las yemas de huevo y dos cucharas de crema de leche, continúe batiendo, en forma envolvente hasta que se hayan mezclado los sabores, cuando el chocolate esté lizo y brillante, retire del fuego y reserve.
2. Ponga a refrigerar la crema por lo menos una hora en la nevera, al cabo de este tiempo empiece a batir a velocidad baja por lo menos dos minutos, cuando observe que la crema empieza a espesar y se forman una especie de arrugas, agrega tres cucharas de azúcar, suba la velocidad y bata hasta que la crema se espese completamente y se ponga muy sólida. Coloque la crema en una manga pastelera con boquilla de picos y reserva en la nevera hasta el momento de utilizar.
3. Bata las claras a punto de nieve hasta que estén firmes, adiciona las otras tres cucharas de azúcar y continúe batiendo hasta que se disuelva el azúcar y las claras se encuentren muy firmes. Ahora agregue el chocolate y mezcla muy suavemente en forma envolvente y refrigere por unos quince minutos.
4. Tome un tulipán y proceda a rellenar hasta la mitad con la mezcla de las claras que están unidas con el chocolate.
5. Proceda a decorar los cuatro tulipanes con la crema batida con el azúcar impalpable formando una especie de suspiros y termine colocando ordenadamente las frutillas , los kiwis y las hojas de cedrón lleva a la nevera hasta el momento de servir.

La terminología mousse proviene del francés “moss”, que significa musgo o espuma. Curiosamente, cuando nos viene a la mente el nombre de este postre se nos hace agua la boca. Pues, es una preparación que puede ser dulce o salada. Incluso, servirse fría o caliente, dependiendo si se pide como plato de entrada o como postre. De cualquier forma, no deja de ser irresistible para nuestro paladar.

En conjunto con el mousse de café y el de azafrán, el mousse de chocolate aparece por primera vez en 1755. En específico, en un recetario de Les soupers de la cour, del cocinero francés Menon. En este, se describía que esta preparación se realizaba a base de crema de leche batida, a la que se le podía agregar unas simples claras de huevo. Y, además, se recomendaba guardar en hielo por aproximadamente dos horas.

De esa manera, se lograba conseguir la consistencia deseada y reafirmar aún más el sabor de la preparación. De estas tres recetas, la más sobresaliente es el mousse de chocolate, pues su sabor enamora y seduce a cualquiera. quien es el inventor de esta receta es objeto de controversia, ya que hay varias teorías.

Tradicionalmente, la mousse se prepara batiendo nata o claras de huevo hasta obtener una textura esponjosa, ligera y aireada. Antes de la invención de las batidoras eléctricas y las batidoras de mano, esta era una tarea laboriosa, asumida sólo por los pasteleros más dedicados. Hoy en día, preparar una mousse de chocolate perfectamente suave y cremosa es tan fácil gracias a los equipos que nos ahorran tiempo y esfuerzo físico.