14 mil vehículos se sumarán al Pico y Placa
Los 14.000 taxis regularizados que circulan actualmente en Quito, según las cifras municipales, se sumarán al Pico y Placa desde el 1 de septiembre de 2019, anunció el alcalde Jorge Yunda.
La medida operará durante ocho meses para evitar el incremento de los problemas de tráfico mientras se realizan trabajos intensivos de repavimentación en la urbe.
Durante el período, el tiempo de restricción para circular se ampliará a 12 horas continuas en cada jornada (07:00 a 19:00).
La inclusión de los vehículos amarillos en la prohibición de circular implicará que el 27% de los viajes diarios que se realizan en Quito estén involucrados en la decisión municipal.
Según la encuesta de movilidad desarrollada como parte de los estudios para la construcción del Metro, el 23,1% de los desplazamientos se realizan en vehículos privados y el 3,9% en taxi. Los primeros, junto con las motocicletas, ya están obligados a no circular cinco horas al día de acuerdo con el último dígito de la placa.
El secretario metropolitano de Movilidad, Guillermo Abad, señaló que entre 30 y 35 mil automotores dejan las calles actualmente durante la aplicación de la norma. Esto equivale aproximadamente al 7% del actual parque automotor capitalino que, según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), es de alrededor de 450.000 unidades.
La cifra es menor al 20% de carros excluidos de las vías que preveía la ordenanza que estableció el Pico y Placa y que se aplica desde el 3 de mayo de 2010.
Jorge Regalado, ingeniero y becario de una maestría en movilidad, considera acertada la decisión de la Alcaldía capitalina. A su juicio, no hacerlo significaría incrementar la problemática vial quiteña con mayor número de trancones y tiempo perdido en esperas.
Datos del Municipio señalan que la capacidad de los alrededor de 3.000 kilómetros de infraestructura vial con que cuenta la capital está a punto de ser desbordada. Las 11.600 vías del Distrito Metropolitano tienen cabida para unos 290.000 vehículos, el 64% de la cifra actual de carros en circulación.
Por ello, un estudio de la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP), citado por la revista Gestión el año 2018, establece que un 38% de la red vial quiteña estaba saturada en 2015 y un 54% lo estará en 2025. Esta situación implica lentitud de circulación y pérdida de tiempo.
Un estudio reciente de Inrix Traffic Scorecard estableció que la velocidad promedio de desplazamiento de los automotores en Quito es de 12,8 kilómetros por hora (km/h). Ello significa, según datos de la misma fuente, 1,6 km/h más lento que lo medido en zonas de mucho tráfico en Nueva York (EE.UU.).
Esa velocidad equivale, de acuerdo con la misma fuente, que el habitante de la capital pierde 173 horas en promedio al año debido al tráfico.
Reacciones frente a la medida
El alcalde Jorge Yunda dijo que entiende que la ampliación del Pico y Placa y la inclusión de los transportistas amarillos puede acarrear rechazo y un costo político. A su juicio, sin embargo, es una medida necesaria que terminará beneficiando a la mayoría de la población.
No obstante, el gremio de taxistas se pronunció en contra de la decisión. Para el presidente de la Unión de Cooperativas de Transporte en Taxi de Pichincha, Carlos Brunis, no es procedente integrar a su sector a la restricción.
Según Brunis, el hecho significará paralizar las unidades durante cuatro días al mes, lo que perjudicará la economía de los integrantes del gremio amarillo.
Por su parte, Yunda insistió que su administración está empeñada en establecer medidas que favorezcan al conjunto de la sociedad. Por ello -dijo- los vehículos eléctricos estarán exentos del Pico y Placa como una forma de incentivar el uso de formas de locomoción no contaminantes. (I)