Luego de casi cinco meses de trabajos en la estación La Alameda del Metro de Quito, los propietarios de nueve casas patrimoniales ubicadas en el sector La Tola Colonial, en el Centro Histórico, muestran preocupación por el deterioro que presentan algunas viviendas.

Para Ana María Hernández, propietaria de una de las casas, los resquebrajamientos que se evidencian en las paredes de las edificaciones  se iniciaron debido a la vibración que produce la maquinaria pesada que trabaja en la zona.

Hernández cuenta que el inmueble, donde actualmente funciona un hostal, tiene más de 250 años de construcción y, hasta hace algunos meses, no había presentado problemas, pero ahora “hay grietas en las paredes y el cielo raso se está viniendo abajo”.

Ante ello, la moradora hizo una denuncia al Metro de Quito y al Instituto de Patrimonio; pero —indica— no ha recibido una respuesta clara de la causa de las grietas presentes en las paredes del inmueble en el que, además, habita.

Jorge Yáñez, gerente de infraestructura del Metro de Quito, aseguró que previamente al inicio de trabajos se realizaron estudios en función de parámetros internacionales para precautelar la seguridad tanto de viviendas como de moradores ubicados en un radio de hasta 40 metros de la construcción.

Asimismo, aseguró que la empresa se ha comprometido a revisar las viviendas afectadas para comprobar si la vibración ocasionó, en efecto, los daños mencionados. De ser así, los repararán.

Por su parte, Santiago Morales, representante de los moradores afectados, afirma que el problema radica en que dichos estudios no habrían tomado en cuenta el material de construcción de las viviendas (adobe).

Para hoy, los moradores tienen previsto realizar un plantón en las afueras de la estación La Alameda. El objetivo es concretar la firma de un compromiso para que el Municipio se responsabilice por los daños actuales, así como por los que pudieran suceder posteriormente. (I)