Vecinos del Metro reclaman parqueaderos
Quienes viven en los alrededores de la av. Rumichaca (al sur) reclamaron a la empresa Metro de Quito por la falta de estacionamientos debido a la construcción de la estación Morán Valverde.
El tramo entre Morán Valverde y José Pontón fue cerrado la semana pasada. Se prevé que la obra concluya en 6 meses.
Debido a ello, quienes viven en casas y edificios aledaños a la obra no pueden llegar a bordo de vehículos. Tampoco lo pueden hacer los clientes de los comercios adyacentes.
Por eso pidieron un espacio con seguridad las 24 horas para, al menos, 12 automotores.
La respuesta de las autoridades fue acceso al estacionamiento del estadio del Aucas entre 06:30 y 18:00, lo que no les satisface.
Milton León, uno de los que reclaman, se encargó de recolectar firmas de apoyo a un comunicado. En el documento pidieron, además, que no se coloque la típica malla verde de protección que utiliza la Municipalidad en sus obras.
Dicen que eso atraerá a delincuentes porque tendrán dónde esconderse. Ante ello, afirman, ellos y sus familiares se convertirán en víctimas de los antisociales.
“La zona de por sí es insegura y con esa tela aumentaría el riesgo porque ahí nadie puede ver. Podemos soportar el polvo y el ruido, pero no la delincuencia”.
Cecilia Mejía, una comerciante del sector, también está en contra de que se ubique la lona verde, ya que incrementaría los niveles de inseguridad. “Por favor, necesitamos que la Empresa Metro de Quito nos ayude porque dependemos del comercio y queremos estar seguros”.
El oficio fue presentado a Luis Barahona, uno de los encargados de la construcción. Esta petición fue atendida favorablemente.
Mientras tanto, al menos 9 de los 15 negocios de la calle fueron cerrados. Se trata de vulcanizadoras, restaurantes y lavadoras de carros.
Para Carlos Zambrano, empleado de un bar-restaurante, la vía tiene influencia por el estadio del Aucas, la Universidad Salesiana y el colegio Miguel de Santiago.
Está preocupado por un posible despido, ya que los ingresos del negocio han disminuido. En el primer día de cierre de la avenida, hubo una reducción del 50%.
Asegura que esa baja se debe a la falta de estacionamientos y a las restricciones que hay para circular con normalidad.
Para Elsa Vargas, dueña de un negocio de lubricantes, la situación es crítica, pues al día vendía $ 500 y actualmente factura $ 50.
“Reconozco que es una obra maravillosa, pero genera problemas. Nos dijeron que en 6 meses estará lista la estación. Esperemos que cumplan con el tiempo”, aseguró el ciudadano. (I)