La noche del martes, una vivienda de tres pisos se derrumbó en el barrio La Tola, en el centro de la ciudad.  Con la ayuda de bomberos y vecinos, los dueños  de la antigua  edificación  recuperaron algunos de sus  enseres, que quedaron bajo los escombros.

Carmita Matute,  propietaria del inmueble, vivía sola  en el primer piso. Mientras que sus dos hijos, con sus familias, ocupaban el segundo y tercero.

La suerte estuvo de su lado, pues entre las 18:30 y 19:00, cuando se desplomó la construcción -levantada en 1960-, ninguno   de ellos estaba en casa.   La mujer perdió muebles y enseres, por lo que no pudo evitar las   lágrimas.

El Cabildo capitalino, a través de la Secretaría de Seguridad, trasladó a los 11 miembros de la  familia Matute al Albergue Municipal ubicado en las calles Valparaíso y Chile. También le entregó una ayuda económica para gastos de alimentación, por parte del  Fondo de Ayuda de Emergencia; y 400 dólares para el alquiler de una vivienda en donde puedan permanecer los próximos   tres meses, hasta que consigan un lugar de estancia permanente. 

Según los funcionarios de la Secretaría de Seguridad, el derrumbe se dio por la antigüedad de la vivienda. Sin embargo, Matute señaló  que los trabajos de mantenimiento eran   constantes y que, inclusive, el Municipio inspeccionaba regularmente la edificación.

A su criterio, fue la humedad provocada  por el alcantarillado la que  debilitó la estructura del inmueble.

El Instituto Metropolitano de Patrimonio se hará cargo de estabilizar lo que queda de la casa, para posteriormente demolerla. Las viviendas contiguas a la de Matute también están afectadas,  por lo que personal del  Municipio  ha dispuesto la  inmediata evacuación con el fin de  evitar una tragedia.

No obstante, los gastos de alquiler de esas familias no serán  cubiertos por las autoridades, cuyo propósito es, sobre todo,  evaluar la sostenibilidad de esas estructuras.