Una arquitectura que inspira a los cineastas
La fusión entre la arquitectura moderna y el casco colonial brinda a Quito un aire de set de filmación gigantesco, que inspira y motiva a realizadores de cine y televisión a relatar sus historias por las calles capitalinas.
El reconocido director César Carmigniani todavía recuerda con nostalgia la escena en la que interpretaba a Gilberto y corría apresurado por la calle Guayaquil en el Centro Histórico mientras era perseguido por gánsteres. Al mismo tiempo, Alejandro, que era encarnado por el actor Ernesto Albán, era buscado por vender casimires falsos. Ambos se encuentran y se asocian. Esta fue una de las primeras tomas del ahora clásico filme ecuatoriano Dos para un camino (1981), de Jaime Cuesta. Carmigniani y Albán protagonizaron esta memorable película, que fue una de las más taquilleras en su tiempo al estilo road movie (película de carretera), porque viajan en auto por el país.
Para Carmigniani, Quito ofrece lugares espléndidos para filmaciones, uno es el tradicional barrio San Marcos, que sirvió de locación para la película Recuerdos en Paita, que él dirigió y que narra la vida de Manuela Sáenz con Simón Bolívar. La cinta ganó el premio Catalina de Oro en el Festival de Cartagena, en Colombia.
El cineasta estima que, además del sector patrimonial de Quito, la zona moderna también ha adquirido protagonismo. Como en la serie Paroli, en la que él interpretó a un detective y en la que se proyectó al Quito de los años ochenta. “El parque La Carolina, la avenida Amazonas y El Ejido fueron las locaciones”. En esa época también se produjo la telenovela Los títeres (1984), de Chile. Fue ambientada en Quito y contó con la participación de Carmigniani, quien recuerda que los técnicos chilenos le confesaron estar felices de filmar en la capital por una sencilla razón, “estaban maravillados del cielo”.
Hollywood tampoco se quedó atrás. El director Taylor Hackford escogió a Quito para la filmación de la película de suspenso y acción Prueba de vida (2000), en la que actuaron Russell Crowe y Meg Ryan. Aunque en la cinta no se menciona a Ecuador o a Quito, porque ocurre en el país ficticio de Tecala, se reconoce en las tomas a la iglesia de San Francisco y los sectores de La Ofelia y Guápulo, que son sitios tradicionales de la capital.
En las producciones locales más recientes, como La llamada (2012), de David Nieto, y Saudade (2014), de Juan Carlos Donoso, la ambientación en Quito y el Valle de los Chillos también juega un papel primordial en la trama.
“Me gusta mucho Quito como locación, tiene su onda y diversidad”: Sebastián Cordero
Sebastián Cordero, director de cine, afirma que Quito es una ciudad diversa y con mucha energía, y por sus contrastes ayuda a contar la historia de lo que vive en el interior de los personajes de sus producciones. Ha filmado dos de sus películas mayormente en la capital: Ratas, ratones y rateros (1999) y Pescador (2014). Cordero refiere que en Ratas... pretendió mostrar un Quito muy urbano, entre la mezcla del cemento de las edificaciones y el tráfico.
“Quizás no eran cosas muy bonitas, pero es parte de la identidad de una ciudad”.
El cineasta recordó que hay locaciones que ya no existen en la capital, como la antigua terminal terrestre de Cumandá, y que la cinta se rodó en sectores que bordeaban la ciudad para reflejar la “onda agresiva, en la que se movían los personajes de la historia”.
Lugares diferentes en la geografía, como el barrio La Ferroviaria, el hospital Eugenio Espejo y los condominios de Cumbayá, también sirvieron para proyectar las realidades de los protagonistas. En tanto que en Pescador, Cordero se concentró en exhibir lugares que no conocía Blanquito, el protagonista, como el centro de Quito y las residencias en Tumbaco. Antes de Ratas..., Cordero también filmó en la capital el video de la canción ‘Explotar’ para la banda Sobrepeso, en el que aparece el expenal García Moreno y otros sitios conocidos para sus habitantes. “Quito permite eso; desde el aspecto visual, es una ciudad muy fotogénica”.
La cinta A tus espaldas expuso los matices sociales y culturales de dos sectores de la ciudad
La historia de Jordi, un joven quiteño que se ‘avergüenza’ de haber nacido en el sur de la ciudad, y busca el norte para definir su identidad es la trama del filme ecuatoriano A tus espaldas (2010). Para el director de la película, Tito Jara, Quito
-como ciudad- se revela como un personaje más en la cinta, porque le permite hacer ese viaje al protagonista. “La película está llena de componentes quiteños, en cómo se marca el norte de la ciudad, como frío y banal. Y el sur, como un lugar más cálido”.
En ese sentido, Jara refirió que el sur es el lugar bonito de Quito porque “es más colorido”. En el sur, las tomas se filmaron en el barrio Lucha de los Pobres. En cambio, en el norte las locaciones fueron la tradicional Avenida de los Shyris, la Naciones Unidas y otras vías del sector bancario y financiero de la capital.
La división imaginaria de los dos lados y sus diferencias fue afianzada en la cinta por la escultura de la Virgen de El Panecillo, que mira hacia el norte, pero le da ‘las espaldas’ al otro sector de la ciudad, lo que origina el nombre del filme. Tito Jara afirmó que luego de la cinta se construyó un mirador hacia atrás de El Panecillo, para que la gente también observara los volcanes.
El cineasta considera que Quito es maravilloso por su sentido estético- fotográfico y porque sus particularidades son matizadas por las diferencias culturales. Jara definió que no es un recurso nuevo el que una ciudad se vuelva protagonista de una película, pues muchos íconos lo aplican en su trabajo, como el director Woody Allen con Nueva York, lugar donde ocurre la mayoría de sus historias. (I)