Túneles, puertos y líneas férreas avalan a Acciona
La empresa española Acciona, que ganó la licitación para la construcción de la primera fase del sistema subterráneo de transporte público Metro Q, tiene 15 años de experiencia y ha desarrollado proyectos de construcción, energía renovable y tratamiento de agua.
Cuenta con filiales especializadas que han ejecutado proyectos en varios países de Europa, Canadá, Brasil, Chile y Colombia, y desde hace poco tiempo trabaja en Perú y Costa Rica.
Una de las filiales es Acciona Infraestructuras, conformada por las empresas Entrecanales y Távora y Cubiertas y MZOV, reconocidas en España. Su trabajo comprende la ingeniería, ejecución y el mantenimiento de la obra.
Entre los grandes proyectos de la compañía, vinculados al área de transporte, están la construcción de carreteras, autopistas y líneas férreas. Además, han edificado hospitales y centros educativos.
Una de sus obras emblemáticas es la línea de alta velocidad Madrid-Frontera Francesa (Subtramo VIII, Soria), que forma parte de la red de ferrocarriles de España. La ruta tiene una extensión de 1.800 metros y concluyó en 2001.
Otra de las obras ejecutadas por la empresa española es la construcción de un superastillero (lugar donde se construyen y reparan buques) en el complejo de Acú, en Brasil. El presupuesto alcanzó los 400 millones de euros y la edificación comenzó en 2011.
Pero quizá lo que destaca a Acciona Infraestructura es que cuenta con la tuneladora más grande del mundo, la “Dulcinea”, que pesa 4.364 toneladas, tiene una longitud de 100 metros, un diámetro exterior de 15,20 metros y una potencia de 22 mil kilovatios, con lo cual puede perforar hasta 36 metros diarios.
“Dulcinea” fue utilizada para la construcción del túnel norte del bypass del M-30, una de las vías rápidas de Madrid (España) que tiene 4,2 kilómetros de extensión y profundidades de hasta 75 metros.
Al conseguir la licitación, estará a cargo de la construcción de las dos primeras estaciones del Metro Q: La Magdalena, en el sur, que se ubicará en la intersección de las calles 5 de Junio y Rodrigo de Chávez; y El Labrador, en el norte, que se construirá en la cabecera sur del actual aeropuerto de Quito.
La obra comprende la edificación de andenes laterales, 3 accesos mediante escaleras fijas, un ascensor desde el nivel de calle a vestíbulo y dos ascensores del nivel de vestíbulo a sus respectivos andenes, salida de emergencia, vestíbulo, cuartos técnicos, una subestación eléctrica, dos pozos de compensación y ventilación integrados dentro de la estructura de la estación y dos pozos de bombeo (uno en cada andén).
Además, la estación La Magdalena deberá contar, en la parte superior, con un área para la transferencia de pasajeros en la avenida Mariscal Sucre y Rodrigo de Chávez con el Corredor Suroccidental y futuras líneas convencionales. También tendrá un coliseo, un edificio que funcionará como biblioteca y sala de exposiciones, áreas verdes y de recreación.
Al momento, corre el plazo de 15 días para que las cinco empresas y consorcios que participaron en la licitación apelen la decisión.