Terrenos baldíos, focos de infección e inseguridad
“Los terrenos baldíos son focos de infección e inseguridad”, aseguró René Vallejo, secretario de Hábitat y Vivienda del Municipio. Por esta razón, los controles se han vuelto rigurosos. El año pasado se estimaba que entre el 10% y 15% de los barrios consolidados tenían terrenos baldíos que causaban problemas.
Entre estos estaba el de Luis Victoria, en la ciudadela Ibarra, en el sur de la capital. El terreno pasó sin cerramiento por más de 15 años. Cuando le llegó la notificación de que debería pagar multa por no tener cercado el solar, se apresuró a construir los muros.
Cuenta que tuvo un plazo de 120 días desde que recibió la notificación para construir. Según la ordenanza aprobada en 2011, la multa es del 20% del valor del predio, que puede incrementar cada año y que se lo cobra en el impuesto predial.
Según Vallejo, los terrenos no edificados producen un retraso en los barrios, en las obras de infraestructura, se constituyen en botaderos de basura, de escombros y son foco de infección, insalubridad e inseguridad. El abandono también se produce por el tráfico de tierras y esto genera asentamientos ilegales y construcciones en mal estado.
Dos terrenos baldíos, ubicados a un costado del Estadio del Aucas, al sur de la urbe capitalina, en el barrio 19 de Febrero, son ejemplo de retraso para la comunidad, pues las dos cuadras que ocupan estos terrenos no han podido ser asfaltadas por la falta del dinero que los dueños de estas propiedades deben aportar para esa obra.
Otro terreno baldío que ha provocado problemas de insalubridad está en el sector de Ponciano Alto, en el norte. Los moradores cuentan que allí botan basura y las ratas se acumulan en el sector. El problema es que no conocen al dueño de la propiedad para exigirle que construya el cerramiento.
Según la Secretaría de Hábitat y Vivienda del Cabildo, los sectores que más problemas de lotes baldíos presentan son Quitumbe, en el sur, y Calderón, en el norte.
Para Vallejo, en los sectores rurales es complicado que los propietarios construyan los muros, ya que son de gran extensión. Por ello se les permite cercar los lotes con alambre.
Esto, por ejemplo, sucede en San Juan de Calderón, en donde varios de los terrenos tienen más de 500 metros cuadrados de superficie. En la calle Pío XII y Jesús del Gran Poder existen tres de estos casos, uno de los cuales, en la calle principal por donde circulan los buses, se convirtió en botadero de basura a donde concurrían perros callejeros.
Ante el problema y las quejas, los dueños cerraron el lugar con alambre de púas y eso ayudó en algo, ya que ciertos vecinos arrojan basura por encima del alambrado, evitando que los trabajadores de Emaseo recojan los desperdicios, según contó Maribel Posso, moradora.
Ante el tema de los terrenos que son propiedad del Municipio y del Estado y que pueden no tener cerramiento, Vallejo explicó que el Cabildo no cuenta con lotes baldíos, y si los tenía, fueron los primeros en cumplir con la ordenanza. El Estado tiene terrenos, pero cuentan con los muros. Además, se está construyendo viviendas en estos lugares.