Taxistas piden justicia tras el crimen de uno de sus colegas

Taxistas de la cooperativa 8 de Septiembre se apostaron la mañana de ayer en la Fiscalía de Pichincha (calles Roca y Juan León Mera) y realizaron un plantón de apoyo a los familiares de Darío P, de 49 años, quien fue presuntamente asesinado el 9 de octubre dentro de su carro.

El hombre, según las investigaciones preliminares, fue presuntamente asesinado por un joven de 22 años con un arma, al parecer, artesanal; es decir tipo esfero, pero calibre 22, cuando lo dejó en su vivienda. El supuesto asesino se encuentra actualmente detenido.

William Aguaguiña, abogado de la familia de Darío P., comentó que el caso se encuentra en instrucción fiscal. “Estamos a 10 días de que se termine la instrucción fiscal. Debemos destacar la labor de la Fiscalía, que lo está realizando de manera diligente, con objetividad”, dijo.

Actualmente, la familia sigue un proceso por el delito de asesinato y por ello piden que al presunto autor se le imponga  la máxima sanción; es decir 35 años de prisión.

“No tuvo compasión. Lo mata, porque el señor tenía el gusto de matar, porque no le roba nada, lo hace hablar con la mamá por teléfono y le pega un tiro. Si hubiera sido por robarle, se hubiera llevado algo, pero no se sustrae nada”, señaló Aguaguiña, quien indicó que se practicó un examen psicológico a la persona detenida, pero “no padece de ninguna enfermedad ni alteración. Todo está bien, tenemos todos los indicios y elementos de convicción necesarios, para que tenga un dictamen acusatorio y se haga el llamado a juicio”, dijo.

Diego P, hijo del taxista, pidió  justicia. “Sin compasión le quitó la vida a mi padre, no es justo lo que le pasó”, comentó. Su progenitor se dedicaba desde hace 3 años al taxismo. “Mi padre fue muy amable con ese hombre, tenía tan buen corazón y el otro tan sinvergüenza, sin piedad lo mató”, manifestó, pues relató que antes de presuntamente asesinarlo el joven le pidió que hable con su madre y le diga que está llegando a su casa y que la carrera ya estaba pagada, luego de ello,  apretó el gatillo. (I)