Siete consorcios compiten por la Fase II del MetroQ

El MetroQ  inicia el primer paso de su segunda fase de edificación, que  comprende la precalificación de empresas concesionarias internacionales y  nacionales, para que  en seis meses se empiece  la construcción más fuerte del proyecto,  que mejorará la movilidad  y priorizará el  transporte público  de calidad. 

Según las autoridades del Cabildo, esta  Fase II del MetroQ es vital, ya que en este período la empresa o empresas que califiquen el  proceso empezarán las  excavaciones, la  construcción interna, la conexión eléctrica, pozos de salida, la cochera, las tres estaciones restantes y    la obra civil del proyecto.

Hasta ahora, el MetroQ ha aceptado las carpetas de siete consorcios: Obras con Huarte Lain S.- Ingenieros Civiles y Asociados, Sacyr Tradeco -Somague, Acción-Odebretch, Dragados- Constructora  OAS-Hyundai Const, Ferrocarriles y Metros del Ecuador: CRCC Bureau 14 Group y Ansaldo-Impregilo-Herdoiza Crespo. Estas empresas provienen de Europa, Asia y Latinoamérica. Los consorcios tienen experiencia en la construcción de metros en los países de España, México y Estados Unidos.

La Comisión Técnica del MetroQ  calificará las propuestas de las   empresas que intervienen hasta fines   de julio. El presupuesto que se maneja para la Fase II es de $ 1.050 millones. El tiempo de construcción de la obra será hasta 2017.

“Estamos analizando las propuestas para la precalificación, puede pasar una o las siete empresas a la Fase II. Las características requeridas para que las empresas sean parte de esta etapa son su solvencia económica, experiencia técnica en materias de construcción de obras de metro y que tengan las condiciones jurídicas necesarias para su precalificación. Sabemos que estas empresas tienen experiencia en todo el mundo”, dijo Édgar Jácome, gerente general de MetroQ.

El proceso de licitación de la Fase II se lleva a cabo bajo  las políticas  establecidas por estos  tres organismos multilaterales que  son: la Corporación Andina de Fomento (CAF), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Europeo de Inversiones y el Banco  Internacional de Reconstrucción de Fomento. Las cuatro entidades financian con $ 910 millones, además    el Gobierno Nacional y el Municipio local.

Las empresas calificadas presentarán sus ofertas económicas y tecnológicas para que luego pasen a una licitación. El plazo que se propone para este proceso es hasta fines de este año. Los consorcios que ganen empezarían a trabajar a partir de los primeros meses del año  2014. La construcción de la   fase durará 36 meses.

César Narváez Rivera, decano de la Facultad de Ingeniería Civil de la  Escuela  Politécnica Nacional, comentó que la Fase II implica una obra civil de gran impacto para la ciudadanía, pues habrá en la ciudad nuevas tecnologías para la construcción de túneles subterráneos. Puso como ejemplo la experiencias de empresas asiáticas que tienen gran trayectoria en este tipo de edificaciones, pues  muchas  realizaron construcciones bajo ríos, como en el Canal de la Mancha.

Además, indicó que las dudas sobre el carácter geológico y de seguridad del Metro en esta fase ya se encuentran superadas.

Los diseños de ingeniería del Metro  fueron realizados hace tres años.   Alrededor de 100 técnicos desarrollaron los estudios correspondientes  para que la obra y los habitantes no corran riesgos. 

Sobre este tema, Jácome puso como ejemplo el sistema de colectores que están bajo la ciudad, algunos cruzan el Centro Histórico y tienen 8 metros de ancho, mientras que la construcción del Metro es de  9 metros.

El metro estará a 20 metros de profundidad, aunque en algunos sectores será de 18 a  19 metros.
 MetroQ tiene   los estudios  geotécnicos, geológicos, hidrológico del suelo de Quito.

Patricio Ubdia, concejal de Quito, señaló que la Fase II se   cumple. “Realizamos un análisis de lo que ha sucedido en otras ciudades, en las que una empresa privada hizo los estudios y hubo ciertas problemáticas como son los casos de Lima (Perú) y Medellín (Colombia). Nosotros tuvimos el asesoramiento de una empresa pública como es  Metro de Madrid. Además,  la participación de las tres  multilaterales, realmente eso comprende un proceso que está ante los  ojos del mundo y  por ello, la construcción del Metro es transparente”, indicó. 

El Metro, a más de ser una solución al problema de movilidad en la ciudad, es una obra que permitirá  el   cambio de  pensamiento de los ciudadanos, pues  con la construcción de este sistema de transporte la urbe, ahora es pensada para los peatones. Para ello el Municipio trabajó en el mejoramiento y el cambio del transporte público.

Solo el Metro comprende un sistema integrado de movilidad para más de 400.000 quiteños, que con el pago de un pasaje($ 0,45) podrán recorrer toda la ciudad en menos de 30  minutos.
 Por otro lado, la Fase I , que es la construcción de las estaciones de la  Madgalena (sur) y El Labrador (norte) estarán listas en mayo de 2014. La estación de la Madgalena será un complejo civil y arquitectónico que beneficiará a los moradores del lugar, puesto que se construirán sitios recreacionales y deportivos.