Desde hoy, cientos de servidores públicos se reintegran a sus trabajos de forma presencial en el Distrito Metropolitano de Quito. Los colaboradores que retornan forman parte de las instituciones establecidas en el artículo 225 de la Constitución.

Esto quiere decir que pasan a la nueva normalidad aquellas entidades que brinden atención al usuario y que por la naturaleza de su actividad laboral, no puedan acogerse al teletrabajo.

En un comunicado, el Ministerio del Trabajo dispuso que la ciudadanía recibirá atención en el horario señalado antes de la declaratoria de emergencia de salud por el covid-19.

Además señaló que es necesario respetar aforos, turnos y otras disposiciones para precautelar la integridad de los usuarios y los funcionarios, según lo establecido en el Acuerdo 94, emitido el 3 de mayo pasado.

Las personas que formen parte de grupos vulnerables, convivan con ellos o tengan alguna enfermedad respiratoria o catastrófica, continuarán sus actividades bajo la modalidad de teletrabajo.

Ante el anuncio, los colaboradores alistaron sus implementos de seguridad como mascarillas, alcohol y desinfectantes para protegerse.

Sin embargo, en la capital hay personas que se saltan las  disposiciones. La noche del sábado 27 de junio, por ejemplo, los organismos de control efectuaron operativos en toda la urbe y se encontró un grupo de ciudadanos bebiendo en espacios públicos durante el toque de queda.

Tras el hecho, el alcalde Jorge Yunda expresó su malestar en su cuenta de Twitter. “... no estamos entendiendo el grave peligro al que estamos expuestos como ciudad, los servicios sanitarios ya no dan más”, escribió.

Además, se pudo observar en las calles de la capital a ciudadanos que transitaban sin cubrebocas y sin respetar el distanciamiento.

Según el COE nacional, hasta las 08:00 de ayer Quito tenía 6.372 casos confirmados de covid-19. Eso significa un incremento del 62,9% de personas infectadas desde que entró en vigencia el semáforo amarillo. (I) et