Seis zonas de Quito están altamente contaminadas
Martha Rodríguez vive en el sector de La Marín, una de las seis zonas más contaminadas por el smog de la ciudad. Para ella es común encontrar en el limpión una capa de ceniza sobre los muebles y enseres de su casa. La evidencia de la contaminación ambiental producida por los vehículos es más notoria en las paredes exteriores de su casa, que dan a la calle Pedro Calixto, pues una capa negra de hollín cubre la pintura.
“Es grave nuestra situación, pero nos hemos acostumbrado. Uno de mis hijos tiene problemas respiratorios y me imagino que se deben a la contaminación ambiental. Yo trato de mantener siempre limpia la casa, pero al medio día el hollín vuelve”, comentó casi resignada.
La Secretaría de Ambiente del Municipio detectó que los sectores: La Marín, la calle Necochea, La Basílica del Voto Nacional, El Triángulo del Valle de los Chillos, La Maternidad Isidro Ayora y el Intercambiador de Cumbayá tiene el aire más contaminado de la ciudad.
En esos lugares, la Secretaría de Ambiente intervendrá para mejorar la calidad del aire a través del sistema de transporte público y priorizando el uso de vehículos menos contaminantes.
Actualmente, los buses que circulan por el corredor oriental tienen un tipo de tecnología que emana grandes cantidades de CO2 y el grueso del parque automotor utiliza diésel 2, mientras que los transportes de tipo 3, es decir, que son más eficientes con el medio ambiente, todavía son pocos, explicó Vladimir Ibarra, secretario de Ambiente.
Al momento circulan 80 buses de servicio público tipo 3, por lo que el Cabildo está procurando sustituir paulatinamente los buses que no estén en condiciones óptimas.
En los seis sectores señalados, los buses realizan entre cinco y seis arranques, debido al número de paradas, es decir, cada vez que la unidad se detiene emite mayores cantidades de smog.
Silvia González es estudiante universitaria y vive en el sector de la Maternidad Isidro Ayora. Asegura que en los últimos años el nivel de smog en su barrio disminuyó, pues comentó que las paredes de su casa ya no se manchan como antes, pero cree que la contaminación sí le afectó, porque ahora padece de asma.
Aunque los altos niveles de contaminación persisten, la emisión de monóxido de carbono sí ha disminuido en algunos sectores y el Municipio tomará medidas para mejorar la calidad del aire.
Según datos de la Secretaría de Ambiente, en el año 2000 la ciudad afrontaba graves problemas por las emisiones de monóxido de carbono y ello se medía, incluso, en el aluminio de las escobas de los planteles educativos.
Actualmente esos niveles se han reducido de cuatro microgramos de metro cúbico a dos. Esta reducción se debe a que el parque automotor de Quito está utilizando un tipo de combustible más limpio, además de las continuas regulaciones a los automotores.