Sede de Unasur con diseño único
Un 8% de avance registra la construcción de lo que será la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que estará en la ciudad Mitad del Mundo, a cuarenta minutos del centro de Quito. En el proyecto trabajan 180 obreros que laboran en tres jornadas continuas.
La obra está a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores, pero quien se encargó de la contratación del proyecto, del seguimiento y evaluación, es el Instituto de Contratación de Obras (ICO).
La construcción está a cargo de la empresa Etinar, cuya sede es Guayaquil, y según los expertos, sería la primera obra de esta magnitud que se ejecuta en la capital, en donde sobresale el diseño del edificio, del cual aseguran es único en el país y fue realizado por el arquitecto quiteño Diego Guayasamín.
La particularidad del diseño es que desde el núcleo del edificio que tendrá cinco pisos saldrán tres volados o brazos de diferentes dimensiones.Uno de 50 metros hacia el oriente, es decir, estará en dirección a la avenida Manuel Córdova Galarza, otro de 47 metros hacia el norte, y un último de 37 metros en la parte posterior de la edificación.
La constructora tiene cuarenta años de experiencia en proyectos arquitectónicos nacionales.
El terreno ocupa un área total de 15.361 metros,y el área de construcción es de 20 mil metros cuadrados.
La obra empezó a ejecutarse el pasado 5 de diciembre y será concluida en 18 meses. Se prevé que el proyecto sea entregado a la Unasur el 28 de mayo de 2014.
La inversión del proyecto es de 37,6 millones de dólares.
Las tres plantas superiores del edificio servirán para los niveles operativos, ejecutivos y de directorio con oficinas para cada delegación, y el Secretario General de Unasur; otra de las áreas servirá como sala de convenciones, salón principal de presidentes, salas de prensa, traducción simultánea, proyecciones, auditorio, cafetería, restaurante y estacionamientos internos, todo ello, rodeado de piscinas artificiales, proyección aterrazada, discontinuas y una playa exterior con un área de 14.000 metros cuadrados de espacios verdes y área de estacionamiento con 190 espacios.
La ejecución del diseño fue un reto para los ingenieros, pues los “volados” o brazos son únicos en América Latina, y se irán construyendo de forma similar a como se realizan los puentes.
El presidente de la República, Rafael Correa, durante el recorrido que realizó por varios sectores de la urbe la semana pasada destacó el proyecto: “este edificio será el más moderno del Ecuador y uno de los más modernos de Latinoamérica y el mundo”, mencionó.
Para Carlos González, administrador del contrato, el proyecto se complementará con otras obras que se ejecutan en el sector, como la prolongación de la Av. Simón Bolívar, que unirá a Calderón con La Mitad del Mundo, y el Parque Pomasqui, que estará ubicado en los terrenos que pertenecían al Complejo Deportivo de la Contraloría General del Estado.
“Esto contribuirá al contexto del lugar (...), siempre las obras tienen que ser soluciones integrales para el sector y la comunidad”, afirmó González.
El diseño de la obra de Unasur fue realizado por el arquitecto quiteño Diego Guayasamín.El terreno fue donado por la Prefectura de Pichincha y para la construcción debieron remover más de mil metros cúbicos de tierra. Además, la vegetación existente fue llevada al vivero del Consejo Provincial, ubicado a unos 100 metros de la construcción. Algunas plantas también fueron sembradas en la Ciudad Mitad del Mundo. Los árboles son propios de la zona. El edificio tendrá ascensores y gradas eléctricas. La piel de la edificación será de vidrio y tendrá sistemas de iluminación para la noche. El espejo de agua sobre el que estará asentado es un gran estanque de 15 centímetros de profundidad en el que caerá agua en forma de cascada.
Según Cristian Chicaiza, morador del sector, la obra permite que el nombre de la Mitad del Mundo trascienda a nivel regional, no solo por su posición geográfica sino porque dará cabida a importantes autoridades latinoamericanas: “Me imagino que nuestro barrio va a ser el escenario en el que se tomen decisiones importantes para Latinoamérica”. Del mismo modo, Olga Tapia, moradora de Pomasqui, cree que la obra dará mayor importancia al noroccidente de Quito.