El miércoles, el alcalde capitalino Mauricio Rodas anunció durante su programa de radio el inicio de un plan de mantenimiento y rehabilitación vial.

Este consiste en el bacheo de  arterias, además de la repavimentación de otras en un área de 38 kilómetros hasta 2022.

Según la previsión municipal, la primera fase de las obras tomará seis meses, aproximadamente, y se requerirán $ 3 millones para ello.

El alcalde aseguró que esta semana, “si el clima mejora, se iniciará de forma planificada el reasfaltado de siete principales ejes viales del Distrito”.

Se empezará interviniendo la av. El Sena, entre Velasco Ibarra y Maldonado. Posteriormente se trabajará en la 10 Agosto, Mariscal Sucre, Carlos María de la Torre, Pichincha, Colón y Eloy Alfaro. Luego se laborará, paulatinamente, con otras avenidas principales

Estas forman parte del 80% de las 11.300 vías capitalinas que se encuentran en mal estado, según el Cabildo, por haber cumplido su vida útil y debido a los efectos de la actual temporada de lluvias.

Franklin Valverde, morador del sector de El Pinar, norte de la capital, considera que los arreglos debieron realizarse antes de que las fuertes lluvias agravaran el mal estado de las rutas.

 “Me sorprende -dice Valverde- que hasta ahora no arreglen las calles y hayan dejado que lleguen a las pésimas condiciones en que se encuentran, tomando en cuenta que los impuestos que los ciudadanos pagamos también están destinados para ello”.

Rodas se justifica en que “intervenir todas las vías requiere miles de millones de dólares, de los que el Municipio no dispone”.  Por ello -asegura- se priorizará el arreglo de las avenidas y calles que muestran mayor deterioro.

Durante la semana pasada, las 28 brigadas de bacheo recorrieron las zonas de Tumbaco, La Delicia, Calderón, Quitumbe, Los Chillos, entre otras.

Pero los usuarios consideran que todas las vías de Quito requieren de arreglos definitivos.

“Tapar los baches no sirve de nada”, afirma Óscar Trujillo, quien diariamente recorre con su taxi las diferentes rutas de la capital.

“El bacheado desnivela las calles y eso desbalancea los carros; al igual que caerse en uno de los tremendos cráteres que se forman. También he visto automotores que escapan de chocarse por tratar de esquivar los huecos de las calles”.

El transportista pone como ejemplo que hace unos 15 días se tapó la mayoría de huecos que existían sobre la Mariscal Sucre, desde el intercambiador de la Fernández Salvador hasta la urbanización El Pinar, en dirección norte-sur.

En los últimos días, sin embargo, aparecieron baches en otros puntos del mismo tramo. Además, los orificios que no fueron cubiertos desde El Pinar hasta Cochapamba aumentaron su diámetro, incrementando su peligrosidad.

Los ciudadanos reclaman que ese sector de la avenida, que la pasada administración municipal no alcanzó a repavimentar, no haya sido intervenido integralmente desde hace tres años.

El Cabildo planifica intervenir la llamada av. Occidental en la zona que va desde el Intercambiador de la avenida Fernández Salvador hasta Cochapamba. (I)