‘Recuperar los cauces de agua significa recobrar la memoria’
El académico Juan y Paz Miño realiza un análisis histórico sobre las quebradas y el río Machángara y señala la necesidad de recuperar los pocos espacios de ese tipo que aún se preservan en la ciudad.
¿Quito perdió en su totalidad los cauces naturales de agua?
En el caso de las quebradas, en realidad son pocas las que han sobrevivido en Quito, a pesar de que esta ciudad se encuentra atravesada por esos espacios. Pensemos solamente en la av. 24 de Mayo; ahí se encontraba la quebrada de Los Gallinazos o Jerusalén, de San Juan, etc. Las quebradas desaparecieron poco a poco con los rellenos urbanísticos progresivos. Insisto, las quebradas que quedan son la supervivencia de las antiguas.
¿Qué significó para la ciudad declarar a las quebradas como parte del patrimonio de la ciudad?
Significó 3 cosas: conservar el paisaje natural y el ambiente que tuvo Quito, fruto de su propia geografía; las quebradas tienen una biodiversidad increíble con plantas y animales nativos que se van perdiendo por los rellenos y es necesario recuperarlos; y por último, son parte de la identidad de la ciudad porque fueron sitios de esparcimientos y de convivencia de los quiteños.
¿En qué época de la ciudad fue que empezaron a degradarse los cauces naturales?
Desde la colonia, en el siglo XVII y XVIII, pues desde entonces se empiezan a rellenar las quebradas. En siglo XX se pavimentaron estos espacios. Esto es fruto del proceso que vivió la ciudad como resultado de la modernidad y de urbanización. Cincuenta años atrás, el Machángara conservaba sus rasgos de pureza, porque la contaminación se dio en la década de los sesenta cuando Quito se moderniza y particularmente en los setenta cuando la época petrolera hace de la ciudad un boom de construcciones.
¿Qué se conseguirá con la rehabilitación de las quebradas y ríos de la capital?
El río alegrará el entorno y permitirá el disfrute visual de la ciudad, se mejorará el ambiente y la convivencia. El Machángara desde antes de la conquista, significó parte de la identidad de la ciudad. Este afluentes es parte de la tradición histórica de la capital.
