“Quizás ocurre un incendio forestal no provocado cada siglo”
El decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Católica de Quito, Hugo Navarrete, afirma sobre los incendios forestales ocurridos este fin de semana en la capital que debe preocupar los efectos globales que produce este tipo de eventos.
¿Qué tipo de animales pueblan los bosques de Quito afectados por incendios?
Hablamos de la posibilidad de que se vean afectados lagartijas, algunos tipos de roedores (como liebres), murciélagos, y aves como búhos, tórtolas, mirlos, huiracchuros, entre otros.
¿Y en cuanto a las posibles afectaciones a la flora?
En buena parte se trata de bosques de eucalipto, aunque en algunas zonas, sobre todo en las quebradas, se conservan especies nativas tales como pumamaquis.
¿De qué extensión afectada hablaríamos... digamos en el parque Metropolitano?
De lo que he escuchado, aunque aún es información preliminar, alrededor de un 5%. Pero sea de la dimensión que sea, la afectación en el parque y en las otras zonas es una pena. Esto porque más allá de los daños inmediatos en el terreno y de los especímenes afectados, lo que debe preocupar son los efectos globales que estos sucesos causan. Es una pena incluso desde el punto de vista humano.
¿Por ejemplo?
Hablamos del daño, en general, de los bosques, el musgo, las plantas y lo que ocasiona su destrucción. Uno de los efectos inmediatos de la destrucción de especies vegetales es el incremento de la erosión. Algo peligroso cuando se aproxima la época de lluvias. Con ello se incrementa el riesgo de deslaves e inundaciones por la posibilidad del taponamiento de desagües y alcantarillas, lo que causa el arrastre de material provocado por la erosión del suelo.
¿La presencia de eucalipto, una especie foránea, no acelera el proceso de erosión del suelo?
En buena hora que existen al menos los eucaliptos, que ayudan a detener la erosión y limpian el aire.
¿En los incendios forestales provocados como parece ser el caso...?
Aquí los incendios forestales naturales no existen, son provocados. No existen las condiciones de caída de rayos como en otras partes del mundo, donde el fuego se inicia por ese tipo de fenómenos. Aquí, probablemente ocurra un incendio natural cada 100 años.
¿Entonces debe reforzarse la prevención?
Una medida debería ser que las áreas naturales cuenten con barreras cortafuegos. Esto es, zonas de bosque sin vegetación cada 100 ó 200 metros. Esto ayuda inclusive a facilitar el acceso de quienes combaten las llamas.
