Quito tiene 27 bosques y parques metropolitanos
Según el Distrito Metropolitano de Quito en un estudio y diagnóstico realizado en 2011 en la percepción de sus habitantes, la contaminación ambiental es el tercer problema más importante de la ciudad, detrás de la inseguridad y la movilidad.
De acuerdo al estudio, el principal problema ambiental es la contaminación del aire (85%), seguido por el manejo y disposición de basura (60%), ruido (15%), pérdida de bosques (13%), cambio climático (9%), contaminación del agua (7%) y extinción de especies de flora y fauna (3%).
Quito cuenta con 27 bosques protectores que están al interior y en las periferias de la ciudad y estos sitios verdes son una alternativa para escapar del estrés y en ocasiones es la única posibilidad de que los habitantes gocen de la naturaleza.
Estas áreas verdes, además de “ser pulmones naturales”, tienen una diversidad de servicios que aportan a la recreación de los visitantes. Varios parques metropolitanos de Quito han sido recuperados, como es el caso del parque Cuscungo que antiguamente fue una escombrera. Tiene 12,6 hectáreas y está ubicado en la vía al Valle de Los Chillos.
Otro parque rehabilitado es el Itchimbía, que hace pocos años era un botadero de basura. El sitio es visitado por quienes están interesados en caminar en medio de la naturaleza, en el vuelo de cometas y es un espacio libre que se lo recorre con los guardaparques. El Itchimbía cuenta con canchas deportivas, espacio delimitado para mascotas, ciclovías y asaderos-miradores, con capacidad para 20 personas a un costo de 7 dólares.
En el sur de Quito está el parque metropolitano “Las Cuadras” visitado por quienes desarrollan actividades de trote y caminata. Este sitio es ideal para la gimnasia al aire libre, como lo practican los adultos mayores que participan en el programa “60 y piquito”. En este sitio no se permite jugar fútbol ni el ingreso de mascotas.
El parque metropolitano Guangüiltagua o más conocido como “Metropolitano” es visitado por deportistas de ciclismo, de trote y caminata. Al contrario del anterior parque, aquí se permite las mascotas y es común ver en sus canchas multitudinarias familias jugando fútbol o básquet.
En el flamante parque metropolitano Huayrapungo, que se extiende sobre las faldas del cerro Ungüi, al sur occidente de Quito, hay circuitos de ciclorrutas (Huayapungo-Lloa, Huayapungo-San Juan de Chillogallo y Huayrapungo-Torohurco), en los que los deportistas sienten la adrenalina de subidas y bajadas incesantes.
El parque tiene miradores naturales, aparatos de gimnasia al aire libre y muro de escalada. Sus rutas conducen al Lloa, sitio basto en ganadería y vegetación en el que se puede disfrutar de un vaso de leche recién ordeñada o de una relajante pesca deportiva.
Según Ligia Yépez, de la coordinación de Actividades Recreativas del Cabildo, la administradora de los parques de Quito, la Unidad de Espacios Públicos del Municipio, elabora programas educativos y culturales para fortalecer la apropiación de los espacios verdes así como su conservación.
“Se han realizado acuerdos con algunas administraciones zonales, para que, a través de la ejecución de acciones y programas, se propicie la participación ciudadana, la recuperación del espacio público y su empoderamiento”, dice Yépez.
Gran parte de las zonas verdes que tiene Quito es vulnerable a incendios y daños a su interior. Aunque el verano recién inicia, en el primer semestre de este año se han registrado 185 hectáreas afectadas por flagelos en el Distrito Metropolitano de Quito.
La zona más afectada, según técnicos del Ministerio de Ambiente, es la de Atacazo (zona sur) en la que se quemaron 181 hectáreas. Las restantes cuatro corresponden al siniestro registrado hace pocas semanas en las laderas del Pichincha.
Según Jorge Aucancela, técnico del Ministerio del Ambiente, esta cartera de Estado evalúa los daños propiciados por flagelos en las zonas verdes de la capital y la prevención en los mismos.
“La mayor cantidad de incendios se presenta entre julio y noviembre”, dice y recomienda no arrojar botellas de vidrio en las laderas, apagar bien las fogatas y evitar quemar basura en las zonas verdes.