Atrás quedó la imagen de una ciudad colonial, atrapada en el tiempo. La creación de nuevos barrios con edificios modernos y el acceso a servicios básicos son solo una muestra del desarrollo de la capital, que plantea “un modelo de crecimiento y una sociedad razonablemente equitativa”, expresó el alcalde Augusto Barrera, en su exposición de Quito, una propuesta de Ciudad-Región.                  

La urbe también ha crecido en población. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) es la  tercera ciudad con la tasa de crecimiento más alta del país. Entre 2001 y 2010 hay un incremento de alrededor de 400 mil habitantes. ¿La razón? Es un lugar atractivo para vivir y trabajar.

El crecimiento también se refleja en las edades, pues la mayor parte de la población tiene entre 20 y 24 años, es decir, son jóvenes, pero el número de niños  ha disminuido. Para el Instituto de la Ciudad esto responde a que las familias han decidido tener menos hijos con respecto a generaciones anteriores. Los sectores con mayor crecimiento son Quitumbe, al sur, y Calderón, al norte, por lo que las obras allí se han priorizado, dijo Barrera.  

Entre las obras prioritarias está la construcción del Hospital Docente en Calderón, que beneficiará a 506.748 personas, actualmente limitadas a atenderse en el centro de la ciudad. También se construye, en el mismo sector, la Unidad Educativa Municipal. En la parroquia la mayoría de los establecimientos es particular y los estudiantes deben salir al centro y norte para acceder a educación pública. Además se construirá un parque metropolitano. 

En Quitumbe, en cambio, se edificará la réplica de dos colegios tradicionales: 24 de Mayo y Mejía. También se entregó, el pasado 29 de noviembre, la Plaza Cívica Quitumbe, que ahora es la más grande de la ciudad, con  capacidad para 50 mil personas.       

Quito es una de las ciudades con mayor cobertura de servicios. El 96,4% de la población cuenta con agua potable y el 91,1% con alcantarillado. El próximo año tendrán alcantarillado 15 barrios de Calderón; 3 de San Antonio de Pichincha y Calacalí, y otros barrios de Pifo, Checa y parroquias rurales del nororiente.            

Para Germánico Pinto, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, la movilidad ha sido uno de los problemas más graves de la capital. Por ello, solo en este año se invirtieron 30 millones de dólares en rehabilitación de vías y acceso a barrios. Además existe un plan vial para agilizar el tránsito vehicular.     

En la avenida Mariscal Sucre, que une al sur de Quito con el norte, también se edifican tres intercambiadores. Además se repavimentó la avenida Simón Bolívar y se colocaron pasos peatonales. El próximo proyecto consiste en prolongar la avenida hasta San Antonio de Pichincha a fin de descongestionar la avenida Manuel Córdova Galarza.

Los trabajos de ampliación en la vía Interoceánica -que une a los Valles con la urbe- también continúan. Por ahí circularán los vehículos hacia el nuevo aeropuerto internacional, en Tababela.

Por otro lado, continúa en estudio la construcción de la ruta Monjas - Vicentina para descongestionar la autopista General Rumiñahui, que une a Quito con el Valle de Los Chillos. Un puente atravesará el río Machángara y llegará hasta Los Chasquis, evitando que los vehículos arriben al Trébol para dirigirse al norte de la ciudad.

La capital da empleo al 27% de la población nacional. Según datos del INEC, el 54% de ellos se dedica a la construcción; y el 49,7% a actividades profesionales, científicas y técnicas. Las 93.406 microempresas de la capital, que representan el 20% de las que existen en todo el país, emplean a más de 180.000 personas.

La transformación de la familia también ha sido parte de la evolución de la capital. En el Censo de Población de 2010  se evidenció que el 20% de las personas vive en unión libre; los hogares constituidos por una sola persona se incrementaron del 11% al 14%; y el hogar tradicional descendió un 2%.