La incesante lluvia que cayó la noche del lunes y la madrugada de este martes 27 de noviembre en Quito hacía presagiar que el desfile de las unidades educativas municipales por el centro de la ciudad podría malograrse.

Sin embargo, pasadas las 06:00, las precipitaciones cesaron y desaparecieron los malos augurios que pesaban sobre uno de los 220 eventos programados por las fiestas de fundación capitalinas.

A pesar del frío, los alrededor de 4.000 estudiantes convocados para el acto de embanderamiento de la urbe fueron llegando poco a poco, aproximadamente a las 07:00, al bulevar 24 de Mayo, lugar designado como punto de partida del desfile.

No faltaron quienes corrían apresurados por las calles del casco colonial enfundados en sus uniformes de parada, para llegar lo menos tarde posible al evento.

La nueva reina capitalina, Daniela Almeida, estuvo muy temprano en el balcón del Palacio Municipal esperando el paso de los estudiantes, que recorrerían la calle Venezuela de sur a norte hasta su intersección con la Olmedo.

Carros alegóricos, comparsas, bandas de paz y grupos de cachiporreras integraron las delegaciones de los planteles, cuyo paso fue acompañado por cientos de ciudadanos que se apostaron en las aceras para observar el colorido y bullicioso espectáculo.

Celia Lara, quien madrugó para realizar unas compras en la zona de El Tejar, se quedó alrededor de media hora viendo la presentación de los jóvenes a la altura de Venezuela y Espejo.

La mujer aplaudía el paso de cada una de las unidades educativas y no dudaba en responder a cada incitación de gritar “Viva Quito”.  

Al final, el alcalde Mauricio Rodas instó a los presentes en la Plaza de la Independencia, y a quienes lo escuchaban a través de las emisoras municipales, a colocar la bandera nacional y la capitalina en sus hogares y negocios.

Más tarde asistió a la misa en honor a la Virgen de la Merced, patrona de la urbe, realizada en la iglesia del mismo nombre. (I)