Jueves, sábados y domingos la plaza César Chiriboga, en Sangolquí (cabecera cantonal de Rumiñahui), se convierte en un extenso mercado en el que se expenden frutas, hortalizas y carnes.

Los vecinos de la zona y algunos clientes se quejan de las pocas condiciones de salubridad en que se desarrolla la actividad.

Susana Reyes, por ejemplo, señaló que “recién hace pocas semanas las vendedoras realizan mingas de limpieza para evitar problemas con las autoridades tras las quejas de quienes viven alrededor”.

Por otro lado, los comerciantes que ocupan el sector más de 8 horas no están regularizados, a pesar de que han desarrollado la actividad por cerca de 50 años. 

Una de ellas es Claudia Llumiquinga (65 años), quien vende aves en la calle Riofrío desde hace 16 años. La mujer comenta que junto con sus 79 colegas piensa formar una asociación y tramitar los permisos respectivos.

Sin embargo, Danilo Rodríguez, director de Producción y Comercialización del Cabildo rumiñahuense, mencionó que no se entregarán más autorizaciones y que, a cambio, se  les ofrecerá espacios en el mercado El Turismo.

No obstante, Alejandra Macías cuestionó en una carta el cobro del uso de dicho espacio público que haría el Municipio ($ 1,38) y la Federación de Comerciantes de Sangolquí ($ 2), a pesar de que se trata de una actividad prohibida.

Al respecto, Rodríguez confirmó que los espacios públicos no pueden ser utilizados para el comercio ambulante, pero que los vendedores no toman en cuenta la norma. “(Entonces) se cobra el uso del suelo y la patente de 2 días de trabajo”, señaló el funcionario.

Con respecto al cobro por parte de la Federación, afirmó que dicha acción no es legal y que mantendrá una reunión al respecto con los directivos la próxima semana.  

Según el Municipio hace 2 meses se inició un catastro a nivel cantonal a fin de establecer el número de comerciantes legales y no regularizados.