Usuarios deben saltar o alargar el paso para subir o bajar de las unidades
Problemas de abordaje persisten en biarticulados
Los 80 biarticulados que se incorporaron al sistema municipal de transporte capitalino a partir de junio pasado incrementaron el 38% la capacidad de movilización de pasajeros por viaje.
Las unidades, en las que el Municipio invierte $ 33,1 millones, tienen 27 metros de longitud y una capacidad para transportar a 250 personas sentadas y paradas. Tienen, además, cámaras de seguridad, pantallas de información para el usuario, puerto de carga USB, entre otros servicios.
Pero los buses mantienen los problemas de embarque y desembarque denunciados por los usuarios desde el inicio de su operación.
Esto porque las unidades no empatan exactamente con los andenes, reconstruidos a un costo de $ 13 millones, cuando se estacionan para dejar y subir pasajeros.
Entre los biarticulados y las puertas de las paradas queda un espacio al menos de 30 centímetros de separación.
En algunos casos, incluso, las rampas de desembarque desde los buses quedan a nivel más bajo o más alto que las estaciones.
Esta situación obliga a saltar o agrandar el paso para subir o bajar, lo que complica el acceso de personas con problemas de movilidad, como adultos mayores, discapacitados, mujeres embarazadas y niños pequeños.
Raúl Salazar, ciudadano de 62 años que utiliza una muleta canadiense para caminar, se movilizaba la mañana de ayer en la unidad V50 en dirección al sur.
El hombre aseguró que prefiere “tomar las cosas con filosofía” y que con el paso del tiempo ha aprendido estrategias para usar el sistema municipal de transporte.
“Cuando hay mucha gente en los buses ni siquiera intento subirme. Espero que venga un carro más vacío y me pongo primero en la fila. Y para bajarme pido ayuda a quienes esperan para subirse para que el chofer vea que hay movimiento en las puertas”, indicó.
Para Saúl Rengifo, adulto mayor que se desplaza con la ayuda de una muleta andador, la situación es más complicada.
El poco movimiento que tiene el jubilado lo obliga a salir acompañado de algún familiar (hijo o nieto) y más cuando utiliza los biarticulados o trolebuses. Dijo que “por suerte siempre hay gente caritativa que echa una mano” y lo ayuda a subir o bajar. (I)