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Plan educativo en 150 escuelas del Distrito

Alumnos de la escuela Aurelio Ayllón utilizan elementos lúdicos como parte de su aprendizaje de conocimientos y destrezas matemáticas. Este elemento fue bautizado como Mis amigos los números. Fotos: CORTESIA | MUNICIPIO
Alumnos de la escuela Aurelio Ayllón utilizan elementos lúdicos como parte de su aprendizaje de conocimientos y destrezas matemáticas. Este elemento fue bautizado como Mis amigos los números. Fotos: CORTESIA | MUNICIPIO
16 de marzo de 2014 - 00:00

Emily Armas Noriega (11 años) es alumna del quinto año de Educación Básica de  la  escuela Inti Raymi, ubicada en el Panecillo (Centro Histórico). La pequeña solía abandonar permanentemente el aula sin permiso, no realizaba sus tareas y mostraba desinterés por estudiar. Según su madre, Elsie Noriega, esta actitud se  originaba en los  problemas emocionales que atravesaban ambas tras la separación de su esposo y la consecuente ruptura del hogar; elementos  que terminaron afectando a su pequeña.

Hoy en día, la situación escolar y personal de Emily es distinta y tanto Elsie como sus maestros lo atribuyen a la implementación en el plantel desde hace aproximadamente 4 años del Programa  Escuelas de Calidad (PEC), puesto en funcionamiento por el Municipio.

El proyecto, según quienes conocen a la niña, habría contribuido a que potencie sus capacidades motrices, intelectuales y lúdicas, sobre todo en el espacio psicopedagógico Guaguatepec. Y en el área de Lengua y Literatura, donde se realizan lecturas animadas que permiten que los estudiantes vivan y se empoderen de conocimientos a través de la estrategia  metodológica: Mi opinión cuenta, que incentiva espacios  de diálogo democrático.

A juicio de la directora del establecimiento,  Marillac Beltrán, la escuela se ha beneficiado de este proyecto al fortalecer áreas de la malla curricular. “Los niños tenían problemas principalmente en lectoescritura y cálculo. Hoy, con metodologías de aprendizaje significativas, descubren cómo desenvolverse en su vida cotidiana”,  en concordancia con los componentes: aprendiendo a enseñar; los derechos en los hechos; salud; juego y aprendo; liderando mi escuela y mi opinión cuenta”, apunta la funcionaria, quien, además, agradece al PEC porque “estamos trabajando mancomunadamente buscando siempre bienestar y brindando una educación integral a estudiantes”.

Beltrán comentó que gracias al uso de distintos procedimientos madres y padres de familia se empoderan de relaciones afectivas, ayudan a sus hijos a ser seguros, alegres, optimistas.  “En la escuela,  con cada uno de los componentes vemos resultados positivos en los aprendizajes y conductas favorables en los estudiantes”, dijo.

La madre de la niña aseguró que el programa generó un cambio positivo en su hija. “El trabajo ha sido direccionado tanto para mi hija como para mí como madre de familia. Hemos conversado con los docentes, todo el tiempo, en compañía de pedagogos y psicólogos del PEC en forma general e individualizada. También tengo la ayuda de docentes del centro Emilio Uzcátegui. Además,  yo fui una de las personas que ayudó a pintar el aula pedagógica”. Y ahora Emily es una niña responsable que se siente feliz en el aula, aseguró su madre.

La escuela Inti Raymi es una de las casi 150 instituciones educativas, sobre todo de parroquias rurales, en que se ha implementado hasta ahora el proyecto.

Las metodologías usadas

Mariuxi Murillo, docente de la escuela José María Urbina, consideró que el proyecto “ha permitido que niños y niñas del nivel inicial apliquen estrategias pedagógicas educativas que involucran un aprendizaje activo para que estudiantes puedan explorar, experimentar, jugar y crear, con la mediación de los docentes”.

Hacía referencia en particular a las denominadas rayuelas mágicas (rayuela bailarina, la colorina, escalera, ping-pong de colores y manos que multiplican), el dado mágico (estrategia  para mejorar la salud integral de los estudiantes) y el ludo mágico (para introducir el conocimiento de los derechos de los niños y niñas).

Murillo agregó que estas actividades lúdicas han impulsado comportamientos positivos dirigidos a fortalecer la personalidad, los derechos, la comunicación verbal efectiva, “con materiales que despertaron la curiosidad y su creatividad”.  La docente también consideró que los niños de 4 años, de nivel inicial,  deberían participar en todas las actividades, algo que no ha ocurrido hasta el momento.

De su lado, Éddinsson Medina, técnico de campo del PEC, comentó que se crearon las rayuelas mágicas como un recurso pedagógico para aprendizaje de Matemáticas y Desarrollo de Funciones Básicas (coordinación motriz). Y que estas ayudan a fortalecer la concentración y atención en los niños.

El PEC también motiva la utilización de la Caja de Herramientas, (Con todos mis sentidos),  un conjunto de instrumentos y material pedagógico flexible, compuesto por técnicas seleccionadas para desarrollar una planificación de enseñanza integral.

Dentro de la Caja de Herramientas, los maestros encuentran el marco conceptual y metodológico, estrategias didácticas con su respectiva metodología, los recursos educativos, el Plan Integral de Desarrollo Escolar, (PIDE) y la Organización de los espacios psicopedagógicos necesarios en las escuelas: Animación a la lectura (Guaguatepec), Matemática amigable (Mis Amigos los Números), Funciones Básicas y las Rayuelas Mágicas.

Esta metodología ayuda en el aprendizaje, por ejemplo de la multiplicación, en la que el niño aprende a deducir resultados y pensar de manera lógica, sin necesidad de memorizar resultados mecánicamente.

El proceso de aprendizaje no es solo individual, pues se incentiva el trabajo en equipo, al fortalecer el liderazgo de niños y niñas en resolución de distintos ejercicios, problemas y desafíos planteados. “La metodología lúdica ha permitido que los niños también salgan del aula a ambientes abiertos como los patios, donde tienen la libertad de dibujar en el piso con tiza, escribir, realizar cálculos”, aseguró el especialista.

En tanto que la metodología Con todos mis sentidos involucra un proceso participativo de la comunidad educativa en todas sus etapas: diagnóstico, planificación, seguimiento y evaluación a corto, mediano y largo plazo; además, se proponen pautas iniciales que impulsan la construcción de una metodología  participativa, lúdica, vivencial, flexible que da respuesta a los invariantes del proceso de planificación: direccionalidad, viabilidad, operacionalidad y procesos. Es un modelo de aprendizaje abierto que  permite lograr resultados positivos, su fin es promover la inclusión y calidad educativa  en escuelas rurales de Educación Básica del DMQ.

Historia de la propuesta

En enero de 2010 nació el proyecto  Escuelas de Calidad, como un desafío y guía para que las personas vinculadas a esos centros de enseñanza  asuman el reto de hacer realidad los derechos de niñas y niños, todos los días y en todas sus actividades.

Además, se busca garantizar una escuela, pensada como institución de calidad, que reconozca y respete derechos de la niñez mediante el compromiso de la comunidad educativa para realizar un ejercicio continuo de reflexión y acción en torno a ciertos puntos críticos.

El reto del PEC es  convertirse en la estrategia para mejorar  condiciones de vida de menores de 6 a 14 años de edad de zonas  rurales del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), que habitan y estudian en escuelas fiscales de las 33 parroquias de ese tipo.

Para ello, se prepara a los profesores y los otros adultos que integran la comunidad educativa para prodigar afecto, buen trato y valoración a los pequeños.

A través de esa base se busca lograr  un cambio en el comportamiento y sensibilización sobre vivencias que se experimentan en la infancia, las cuales trascienden al forjar la personalidad del futuro adolescente y persona adulta.

Adicionalmente, por medio del PEC se promueve la inclusión educativa no como norma, sino como un cambio de actitud, de compromiso, rompiendo esquemas tradicionales, que no permiten ver las oportunidades que genera la aceptación a la diversidad.

La diversidad en la educación no se manifiesta exclusivamente en estudiantes, sino también, en la variedad de centros educativos, los cuales tienen su propia cultura, historia y dinámica de funcionamiento; y también en la pluralidad del profesorado en la que se identifican diferencias en formación, experiencia, aptitud y actitud.

De acuerdo con los funcionarios municipales, se promueven esos conceptos pensando en que la educación inclusiva es un derecho de todos los estudiantes y no solo de aquellos calificados como con Necesidades Educativas Especiales, (NEE).

Y por ello se asume a las diferencias como normales (lo normal es que seamos diferentes) y de equidad en el acceso a una educación de calidad para todos. Es decir que la educación inclusiva respeta el derecho a ser diferente como algo legítimo y valora explícitamente la existencia de esa diversidad.

Aquello porque cada persona, según estos preceptos, difiere de otra en una gran variedad de formas y las diferencias individuales deben ser vistas como una de las múltiples características de las personas.
Los principios de la escuela inclusiva están ideológicamente vinculados con metas de la educación multicultural establecidos en la actual Constitución ecuatoriana.

Diseño conceptual

El diseño conceptual y metodológico de los programas de inclusión educativa aplicados por el Municipio de Quito definen lineamientos para gestionar, concretar y coordinar con instituciones y organizaciones públicas y privadas el apoyo a programas y proyectos de inclusión educativa, como el  Ciclo Básico Acelerado (CBA), Programa de Apoyo Escolar o el mencionado Proyecto de las Escuelas de Calidad (PEC).

Estas modalidades de educación flexible permiten a jóvenes que no concluyeron sus estudios de educación general básica, finalizarlos; al responder a sus necesidades con proyectos de intervención social en los contextos educativos que reducen la brecha social de exclusión. Se aplican y  promueven así políticas y procesos de universalización, inclusión y calidad educativa, para garantizar el acceso de niños, niñas y jóvenes  a la educación básica y bachillerato de calidad, fortaleciendo el desarrollo de destrezas y procesos de autonomía en el aprendizaje.

El concepto es crear propuestas  inclusivas,  integrales e  innovadoras, con el objetivo de  aportar  en  escuelas fiscales  del DMQ, la   construcción participativa de  un ambiente de bienestar institucional y corresponsabilidad comunitaria, una sociedad justa, equitativa e incluyente y garantizar  los derechos de niños, niñas y adolescentes.

Los fundamentos

Según los responsables del Programa Escuelas de Calidad, este se basa en el concepto de que todo proceso educativo genera  vínculos afectivos y lazos sociales entre actores que conforman la comunidad de enseñanza.

Es decir, que la educación va más allá del instrumental pedagógico para lograr el aprendizaje, que se consigue por lo general cuando se establece  un espacio de confianza, seguridad, aceptación y valoración entre docentes, estudiantes, padres y madres de familia. Pero, además, contribuye a crear sujetos libres que saben generar un pensamiento crítico y tomar decisiones.
Y por ello, el PEC es una propuesta de enseñanza que intenta ayudar a estudiantes a cuestionar y desafiar la dominación, creencias y prácticas que la generan; también forja una conciencia crítica.

Adicionalmente, busca generar un sentido de inclusión que no implica únicamente atender a todos los estudiantes en el aula; se trata más bien de comprenderlos, escucharlos y responder a sus necesidades, intereses, características y potencialidades, sin involucrarse en actos de discriminación, donde es necesario que maestros acepten la diversidad y dispongan de estrategias de trabajo que la examine y atienda en el sitio, lo que exige de su parte un proceso de transformación y de cambio de prácticas y cultura colaborativa.

No obstante, los cultores de esta pedagogía reconocen que el camino hacia la inclusión no siempre es comprendido ni bienvenido. En especial donde las personas están acostumbradas a sistemas segregados o donde los educadores no se sienten capaces de enfrentar los desafíos que establece la diversidad.

En ese marco, generar una corriente  crítica de opinión en  favor de la inclusión y comenzar un proceso que busque consenso desde sus primeras etapas, involucra necesariamente la participación de padres de familia y los demás miembros de la comunidad educativa, para exteriorizarla a una sociedad en constante evolución.

Es decir, según los documentos de aplicación del PEC, se busca generar una conciencia crítica en la educación como una propuesta alternativa para provocar transformaciones en el sistema de enseñanza y desafía a los estudiantes a hacer frente a creencias y prácticas de dominación.

Para ello, el maestro trabaja para orientar a estudiantes a discutir teorías y prácticas consideradas restrictivas (incluyendo aquellas que se produzcan en la propia escuela), al provocar respuestas críticas a nivel individual y colectivo, que produzcan cambios en sus actuales condiciones de vida.

La inclusión educativa en la que se basa el PEC es, a decir de funcionarios de la Secretaría Metropolitana de Educación, una tendencia que se consolida paso a paso, basada en que todo niño, niña y adolescente tiene derecho a educación de calidad,  dentro de un principio de regulación, cimentado en los derechos humanos. Implica reestructurar la cultura, políticas y prácticas de los centros educativos del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) para que puedan atender a la diversidad.

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