El personaje
Patricio consiente a 'Mateo' y 'Carlitos'
Patricio Calderón llegó al sector de Guayllabamba, en el nororiente de Quito, cuando tenía 14 años desde el Carchi, en donde nació en 1970.
Cuarto de 7 hermanos, sus primeros acercamientos a los animales ocurrieron en su tierra, con algunas vacas, borregos y, sobre todo, aves de corral.
Sin embargo, nunca imaginó que con el tiempo pasaría sus días en compañía de otro tipo de especies como tapires, osos de anteojos, jaguares e incluso leones.
Su aventura inició hace 15 años cuando trabajaba en una fábrica de galletas y un conocido le contó que buscaban personal para el Zoológico de Quito, que se instalaría en la parroquia rural capitalina.
Hoy es el cuidador más antiguo y experimentado del lugar.
Tiene trato directo con los animales desde hace una década aproximadamente, cuando dejó de encargarse exclusivamente de las tareas de mantenimiento.
De aspecto reservado, dice que en términos generales le gusta todo lo relacionado con su trabajo, pero que disfruta más de la compañía de los primates.
Y aunque trata de no hacer discriminaciones y atiende a todos, Patricio reconoce que tiene a sus preferidos.
El uno es ‘Mateo’, un mono chorongo, y el otro es ‘Carlitos’, un machín negro.
“Los 2 son los machos alfa de sus manadas”.
Su forma de mimarlos es llevarles, de vez en cuando, un poco de fruta extra y “hacerles uno que otro cariñito”.
“Uno no puede rechazarlos, porque ellos se comportan de la misma manera”.
Padre de 3 varones, Patricio sabe que su afición por la fauna no desaparecerá cuando muera.
Marlon, el segundo de sus hijos, tiene claras sus metas en la vida y le ha anunciado que quiere convertirse en biólogo. (I)