Ola consumista ‘atora’ a las ciudades
En un recorrido efectuado por Diario EL TELÉGRAFO el fin de semana pasado en la capital, se constató que el ambiente previo a la Nochebuena y la Navidad son la causa de congestión vehicular en los sectores comerciales del norte, centro y sur.
Desde las 10:00 ya se observaba extensas filas de autos para ingresar a los diferentes centros comerciales del norte de la ciudad, que desde muy temprano estaban listos para atender al público.
Entre los vendedores las opiniones eran diversas sobre el crecimiento de las ventas de este año. Por ejemplo, para Andrea Bonilla, administradora de Concresa, almacén de electrodomésticos y productos electrónicos, las ventas han disminuido con respecto al año anterior, aunque en las vísperas de Navidad mejoraron un poco.
“No es como el año pasado, este año se ha vendido un 40% menos”, dijo Bonilla.
En cambio Adrián Figueroa, vendedor de Etafashion, tienda de ropa, comentó que se vende todo el día y que pasado el mediodía son las “horas pico” y por eso han decidido extender su horario de atención hasta las 23:00.
Por esta razón muchas personas prefieren hacer sus compras temprano y anticipadamente para evitar el intenso tráfico y la aglomeración de gente. “Toca salir temprano porque pasado el mediodía es una locura”, cuenta Santiago Cifuentes, quien buscaba regalos para su esposa e hijos.
Cerca del mediodía el tráfico empieza a aumentar en el bulevar de la Naciones Unidas, aunque la circulación es fluida.
Los locales han decidido extender su horario de atención para cubrir con la gran demanda.
Igualmente ya se divisan largas filas en las cajas de los centros comerciales como en el Iñaquito (CCI) y en Quicentro.
Para esta época se han organizado otras opciones para los consumidores, como ferias, donde según Jaqueline Fuentes, visitante de la Feria Metropolitana de las Cosas Lindas, en el Centro de Exposiciones Quito, los precios son un poco más asequibles.
“Me parece una buena opción, porque sí hay novedades y cosas que uno puede regalar”, explica.
Sin embargo, Marco León, de la Asociación de Artesanos de Pichincha, relata que es una buena iniciativa para promocionar sus productos directamente al público, pero cree que faltó más publicidad, por lo que las ventas no han sido las esperadas.
El ambiente en el Centro Histórico mucho más movido, ya que en ese sector se congregaron miles de personas, en más de 2.500 locales que pertenecen a los 4 Centros Comerciales del Ahorro, también conocidos como los BBB (Bueno, Bonito y Barato).
“Caminar por el Centro Histórico de la ciudad es toda una aventura para las personas que queremos comprar los regalos de Navidad”, comentó Fernando Castillo, quien visitó este fin de semana La Merced para adquirir obsequios para su familia.
Los pasillos del centro comercial Ipiales (ubicado en las calles Imbabura y Chile) resultaron angostos ante la demanda de los capitalinos, lo que resultó positivo para los propietarios de locales como Rosario Herba, dueña de una tienda de calzado, quien aseguró que las ventas se incrementaron desde este viernes.
Incluso los parqueaderos Cadisan y Nuevo Amanecer cerraron sus puertas porque llegaron a su límite. Por eso varias personas decidieron estacionar sus autos en la avenida Hermano Miguel o en el parqueadero Montúfar, en La Marín.
De igual manera, en el sector del Playón de La Marín y en el redondel de la exterminal Cumandá. Las filas de vehículos eran tan largas que se demoraban hasta 8 minutos para avanzar entre cuadra y cuadra.
El panorama cambia en el sector sur de Quito ya que el ambiente de compras es un poco más liviano. En El Recreo y Quicentro Sur la gente podía caminar ligeramente y el tráfico tenía mejor circulación.
