A tres meses de que se entregue la obra física y 10 para que el sistema comience a operar, la construcción del Metro de Quito tiene un avance del 92%, según Édison Yánez, gerente de la empresa encargada del proyecto.

Hasta el pasado noviembre, 15 de los 18 trenes del sistema llegaron al país. Al momento dos personas están capacitadas y listas para poner en marcha los trenes que recorrerán las entrañas de la capital de la República.

Un primer viaje de prueba está planificado para la última semana de enero y partirá de la estación Quitumbe a La Magdalena, ambas en el sur de la ciudad.

A finales de este mismo mes se lanzará una licitación corta internacional para elegir a la empresa que estará a cargo de la operación del metro. Los resultados se tendrán a finales de febrero de 2020. Otro tema que aún está por definirse es el costo del pasaje.

El valor del servicio, explicó el alcalde Jorge Yunda el 16 de diciembre, podría estar entre $ 0,45 y $ 0,50, tentativamente, puesto que el costo definitivo deberá decidirlo el Concejo Metropolitano.

Por su parte, Édison Yánez aseguró que el valor del pasaje dependerá de la calidad del servicio.

La afirmación concuerda con el proyecto de ordenanza presentado por la Secretaría de Movilidad del Municipio, en el que se determina el costo de todo el transporte público urbano en función de indicadores de calidad.

¿Cómo nace el metro?

La promesa de este nuevo sistema de transporte masivo urbano llegó durante la campaña electoral para la alcaldía en 2009, de la mano de Augusto Barrera, quien ganó las elecciones.

En esos cuatro años se efectuaron los estudios de factibilidad del proyecto, la adjudicación de la primera etapa y el trazado.
Con el cambio de administración en 2014 tomó la posta Mauricio Rodas, quien recibió las tuneladoras: Luz de América, La Guaragua y Carolina, además de adjudicar la segunda etapa.

La actual administración de Yunda anunció que el Metro de Quito comenzará a transportar a la ciudadanía el último trimestre de 2020.

Problemas y cuestionamientos

En cada etapa, el Metro de Quito encontró detractores, críticos y problemas de diversa índole.

En 2016, durante la excavación de la estación de la Plaza de San Francisco (Centro Histórico) se encontraron elementos arqueológicos.

La Empresa Metro de Quito anunció que el lugar contará con una muestra museográfica en la que estarán en exhibición los restos encontrados.

En abril de 2017, la Contraloría General del Estado aprobó un examen especial realizado a la Fase Uno de la Obra en la que reportaron anomalías como fallas estructurales, cobros indebidos y pagos irregulares.

Respecto a los problemas estructurales, el informe consigna que se dieron algunas soluciones técnicas al problema, las mismas que fueron aceptadas por la Empresa Municipal de Obras Públicas.

En el año 2008 moradores de la fase 1 del barrio de Solanda (al sur de Quito) denunciaron que sus viviendas se hundían y responsabilizaron de ese hecho a los trabajos del Metro.

Desde la Secretaría de Seguridad se decidió actualizar la microzonificación sísmica de la ciudad, para determinar las causas del fenómeno que, según los moradores, afecta a cerca de 400 viviendas.

El Metro en cifras

El costo final de la obra es de $ 2.009 millones. El túnel del Metro tiene 22 kilómetros de longitud y pasa bajo 62 barrios de Quito.
Tendrá 18 trenes, cada uno con seis vagones y la capacidad para movilizar a 1.500 pasajeros, lo que equivale a 10 trolebuses juntos.

La obra está construida para resistir un sismo de 9,2 grados en la Escala de Richter.

Las estaciones, de entre 110 y 115 metros de largo, tienen dos niveles, excepto en San Francisco y La Alameda, que tienen tres por la profundidad del terreno.

Se prevé que unas 400.000 personas se movilicen diariamente a través de este sistema una vez que entre en funcionamiento. (I)