Con un ¡Viva Quito! se develó ayer la placa con el nombre del nuevo aeropuerto Mariscal Sucre, construido en Tababela. A las 08:00 aterrizó el avión de la compañía Tame -en la pista de 4.100 metros de largo- con autoridades municipales, gubernamentales, concejales e invitados, quienes fueron invitados a recorrer las instalaciones.

El primero en descender fue el alcalde de Quito, Augusto Barrera, quien mostró su satisfacción por entregar la obra   un día antes de lo acordado. Freddy Eguez, gerente de la Empresa Metropolitana Aeroportuaria, explicó que tendrán 21 días para verificar el funcionamiento correcto de los aparatos electrónicos e instalaciones.

Además, hay obras complementarias que aún siguen en construcción y serán entregadas hasta el 20 de febrero de 2013, cuando empezará a operar. Las obras que Quiport entregó fueron: pista, terminal de pasajeros, torre de control, catering, terminal de carga y diez edificios más, entre ellos los de las entidades de socorro como Cuerpo de Bomberos y Policía.

Las edificaciones por entregar son el Centro Logístico, donde se realizarán las actividades de carga, y la Base Aérea Militar. El primero estará listo en diciembre de este año y el segundo tendrá la plataforma terminada en febrero,  para evitar que el polvo dificulte los vuelos.

El titular de la Dirección Nacional de Aviación Civil (DGCA), Fernando Guerrero, entregó al Alcalde el Certificado de Aeródromo, el aval que requiere cualquier nave -pequeña o grande- para aterrizar en la pista. Guerrero anotó que ya pueden aterrizar aviones en Tababela, pero que antes del inicio de las operaciones se seguirán realizando pruebas. Y las aerolíneas que quieran probar la pista como lo hizo American Airlines y Martinair, tendrán que solicitarlo a la DGAC.

Los trabajadores que participaron en la construcción fueron los más complacidos. Marlon Cabezas colaboró  en el reciclaje de materiales de construcción desde 2008 y ayer no podía ocultar su alegría al ver la obra terminada. “Cuando empecé habían pocos edificios y todo era polvo, ahora me da gusto ver que quedó perfecto”, dijo.

Alejandro Guerrero, quien trabajó en las instalaciones del nuevo aeropuerto  por más de cinco años, dijo sentirse orgulloso por ser parte de ese gran proyecto, pero también expresó su preocupación porque con la obra concluida ahora tendrá que salir  a buscar empleo.

Phillp Baril, presidente de Quiport, señaló que las instalaciones están listas para ser utilizadas y las compañías aeronáuticas y de servicios que trabajan en el actual aeropuerto ya pueden iniciar su traslado a las nuevas edificaciones. Y anotó que el 19 de febrero la actual terminal aérea se cerrará  mientras se trasladan los equipos hasta Tababela, lo que tienen previsto les tomará una noche.

Con la entrega oficial de las instalaciones, el nuevo aeropuerto continuará bajo la administración de Quiport, entidad que obtuvo la concesión para un período de 30 años, tiempo en el cual entregará 800 millones de dólares al Municipio de Quito para financiar proyectos como el Metro de Quito.