Niños, ancianos y madres son los más afectados

Erika Andrango vive en Guayllabamba y es madre de un niño de 4 años, con quien se moviliza diariamente a Quito.

Para ella los más afectados por el servicio del transporte público son los niños, las madres, las personas de la tercera edad y las mujeres embarazadas.

“No respetan mi condición, que llevo a mi hijo en brazos, cuando las personas pelean por subirse al bus. En varias ocasiones me ha tocado ir en la puerta con el riesgo de sufrir un accidente”.

Andrango considera que es necesario que los choferes y sus auxiliares se preparen para ofrecer un mejor trato a la gente. “Creo que el Municipio ofrece cursos de trato al cliente y espero que los conductores los tomen. Solo cuando mejore la calidad del servicio y mejore el trato a los pasajeros, los ciudadanos podríamos estar de acuerdo con el alza de los pasajes, mientras tanto no”.