Los dos carriles en el sector de Collas-Guayllabamba, que fueron habilitados el pasado miércoles, se encuentran con circulación normal. Así se pudo constatar esta mañana, durante un recorrido efectuado por Diario El Telégrafo.

Una de las primeras novedades que se observaron en el sector de Guayllabamba fue el incremento de clientes en los negocios aledaños. Sus habitantes dijeron que están satisfechos de que las obras de remodelación de la vía se cumplieron antes del plazo previsto.

La vía fue cerrada por un sismo de 5,1 grados en la escala de Richter, ocurrido el pasado 12 de agosto. El movimiento telúrico afectó gran parte de la estructura de la carretera.

Una vez habilitada, se evidenció la reactivación económica de los locales. Gloria Tituaña (52 años) es propietaria de un puesto de frutas, en el barrio La Concepción.

La mujer es comerciante de los frutos de temporada (chirimollas, mandarinas, guayabas, mangos, manzanas, guineos, aguacates, plátanos, etc.). Ella estimó que cuando se cerró la carretera perdió entre $ 3.000 y $ 4.000 porque los clientes ya no llegaban hasta su negocio.

"Los visitantes no venían a comprar y me empecé a preocupar porque el negocio no me rendía", comentó.

La misma incertidumbre vivió la propietaria del puesto de comidas El Comedor de Doña Fany, localizado cerca al zoológico de Guayllabamba. La comerciante contó que antes del temblor compraba un chancho de 300 libras para sus platos de fritada y de hornado. Pero luego del cierre vendía solo 50 libras en 2 días.

Los conductores también están satisfechos con los trabajos de reparación. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) estimó que alrededor de 20.700 circulan diariamente, en ambos sentidos.

Mónica Rodríguez (53 años) aseguró que viaja a Ibarra 3 veces al mes. La temporada del cierre de la ruta, la mujer tenía que tomar la vía El Quinche. Recordó que una ocasión el trayecto demoró 5 horas.
"Era horrible viajar. Pero ahora que se está arreglando el camino me siento más tranquila", detalló.