Muerte de Salomé moviliza a ciclistas para exigir respeto
“Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir... el ciclista en la calle no debe de morir”, era el grito expresado por más de 200 ciclistas reunidos ayer en la Tribuna de Los Shyris, al norte de la capital, para exigir respeto para los deportistas.
Fue la muerte de la ciclista de élite Salomé Reyes (35 años), atropellada por un bus interprovincia -cuyo conductor huyó- luego de terminar su entrenamiento el sábado pasado en Cumbayá, lo que congregó a los manifestantes.
El plantón, al que se autoconvocaron los amantes del ciclismo, que también han sido víctimas de la imprudencia de los conductores, se desarrolló en las inmediaciones de la Av- Los Shyris y Portugal, en donde decenas de ellos se ejercitan los martes y jueves, entre las 04:00 y 05:30. La protesta iba en contra de la irresponsabilidad de los choferes -particularmente de buses- y de la falta de seguridad en las vías, pues en lo que va del año se reportan siete ciclistas heridos en accidentes de tránsito.
Alfredo Cobo, organizador del plantón, explicó que “la ley de tránsito es ley muerta. El metro y medio de distancia que debe existir entre el ciclista y el vehículo no se respeta”, por lo que dijo que pedirá a las autoridades el inicio de una campaña de concienciación a nivel nacional. También planteó que los ciclistas fueran parte del tránsito.
Francisco Carpio fue atropellado el pasado 7 de abril, en la vía a Latacunga, por un bus de la cooperativa El Dorado. Aquel día la pierna de Paco -como lo llaman sus amigos- quedó atrapada bajo la llanta del vehículo.
Ayer, él acudió con muletas debido a las múltiples intervenciones quirúrgicas que enfrentó, para acompañar a los deportistas “porque los accidentes y la muerte de Salomé no deben quedar en la impunidad”.
Otro de los ciclistas sobrevivientes y que ayer acudió al plantón fue Martín Varea, primo de Salomé Reyes, quien hace unos días despertó del coma ocasionado por el fuerte impacto contra el vehículo que lo atropelló.
Desde las 07:00 los deportistas comenzaron a sumarse, entre ellos, las compañeras de entrenamiento de Salomé, quienes con lágrimas y la voz entrecortada relataban lo sucedido el fin de semana.
“Ella no estaba entrenando en la vía”, recalcó María Yolanda Borja, amiga de Salomé. “Terminamos de entrenar en un sector exclusivo para ciclistas, pero ella (Salomé) dejó su auto cerca del centro comercial Ventura Mall, así que subía por la calle para recoger su vehículo y volver a casa. El bus curvó a la derecha, sin percatarse de que Salomé estaba en el mismo carril y topó la bicicleta”, producto del impacto, la joven cayó de la bicicleta y el bus la atropelló.
La gente intentó socorrerla, pero murió al instante. “No tengo ganas de seguir sin mi compañera de equipo”, contó Yolanda.
La impericia de algunos conductores se puso en evidencia ayer, cuando María Antonieta Viteri casi fue arrollada en la avenida de Los Shyris mientras participaba de la concentración. Los ciclistas insultaron y arrojaron botellas al causante del incidente, mientras que María Antonieta seguía sosteniendo el cartel. La mujer era una de las mejores amigas de Salomé Reyes y se considera una “ciclista de corazón”.
“Manejar bicicleta es una forma de vida, ¿qué daño les hizo Salomé con salir a la calle? Nosotros (los ciclistas) no contaminamos, además promovemos el deporte”, protestó la mujer con indignación.
Ese episodio provocó que la manifestación subiera de tono al punto de que los buses fueron desviados. El control lo efectuó una docena de policías de Tránsito que trató de evitar confrontaciones. “No prohibimos que ellos salgan a protestar, pero no hay por qué interrumpir el tráfico. Hay personas que deben ir a sus sitios de trabajo…”, explicó el capitán Pablo Rea.
Los peatones que transitaban por el sector también opinaron sobre el irrespeto de los choferes, pero admiten que ciertos ciclistas son imprudentes. Según Vinicio Salgado, los deportistas “transitan sin ningún cuidado y tampoco respetan a los peatones”.
Para los choferes del transporte público: “los ciclistas se cruzan por donde sea con el pretexto de que conducen un transporte pequeño”.