Más de 90 kilómetros para disfrutar del ciclismo de montaña en la ciudad
Paisajes del páramo, aves, mariposas y demás serán parte del camino si usted se embarca en una de las cinco rutas ciclísticas de montaña que están cerca de la capital. Los trazados conocidos como El Chaquiñán, Pululahua, El Cinto, Lloa y Nono se cuentan entre las opciones para disfrutar del ciclismo de forma natural. Esas rutas enlazan a la ciudad con sus parroquias rurales.
La ruta El Chaquiñán, que atraviesa las parroquias Cumbayá, Tumbaco y Puembo, recorre un tramo del antiguo ferrocarril que une el norte serrano con la Costa.
Este es uno de los senderos ciclísticos capitalinos más conocidos. Quienes lo han utilizado lo consideran sencillo pues no presenta elevaciones pronunciadas ni desniveles técnicos. Sin embargo, por su longitud es recomendable que la persona tenga experiencia previa en recorridos de dos horas en bicicleta. Incluso se analiza prolongar el recorrido hasta Checa, en un extremo, y Luluncoto, en el otro.
Si se decide tomar la ruta El Cinto-Cruz Loma se debe saber que inicia en el Parque Metropolitano Chilibulo Huayrapungo, ubicado en el sector El Cinto, al sur de la ciudad. La ruta se puede dividir en dos partes: una sencilla que abarca los primeros 10 kilómetros y comprende un camino de tierra y pasto completamente plano que bordea el cerro Ungüi hasta llegar a la planta de agua de Torohuco, situada sobre la Cima de la Libertad, y ofrece una vista poco conocida del sur de la ciudad de Quito.
La segunda parte, más compleja, comienza a partir de los 10 kilómetros y presenta un ascenso continuo de 11 kilómetros que atraviesa varias haciendas y páramos hasta llegar a Cruz Loma, donde se ubican las instalaciones del Teleférico de Quito a cerca de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Mientras que para ir por la ruta Lloa-Palmira hay que tener en cuenta que el camino es asfaltado al inicio y luego lastrado. La vía es compartida con vehículos por lo que se debe circular por la derecha en todo momento por precaución. El camino presenta cortas elevaciones y bajadas poco pronunciadas.
En algunas curvas existen miradores naturales con increíble vista a los volcanes Guagua Pichincha y Atacazo, y a los paisajes propios del lugar.
La ruta no presenta mayores dificultades a lo largo del recorrido para los ciclistas, por lo que es recomendada para personas de todas las edades que tengan un poco de práctica con la bicicleta. En Lloa funcionan tiendas en las que los viajeros pueden abastecerse.
Por el camino que conduce de Nono a Alaspungo hay las facilidades para ejecutar el ciclismo de montaña y actividades al aire libre, como cabalgatas y observación de aves. La ruta es corta y sencilla con caminos de tierra que son poco transitados. Se la puede recorrer a cualquier hora del día por su corta duración, pero se recomienda ir en la mañana ya que la mayoría de las tardes se nubla el sector.
Por estos caminos se puede tener una vista espectacular de los volcanes Rucu y Guagua Pichincha hacia el oriente; y al occidente se forma una especie de colchón de nubes que cubre las tierras más bajas.
En esta ruta se puede llegar al poblado de Alaspungo, situado entre las montañas del sector y no tiene más de 10 casas. Sus habitantes siempre están prestos a dar información y son amables con los visitantes.
Desde Alaspungo se puede conocer el camino de los Coluncos, utilizado por los Yumbos para desplazarse desde Tulipe hacia la Sierra.
La ruta que recorre el volcán Pululahua está ubicada dentro de la Reserva Geobotánica Pululahua y a solo 30 minutos de Quito. Este sendero ofrece descensos vertiginosos y largas subidas, por lo que requiere un nivel físico alto. Ha sido el escenario de múltiples carreras de ciclismo en las modalidades de downhill, cross country y marathon. La ruta comienza en la Plaza Central de Calacalí y termina en el mismo sitio. Parte del inicio y la finalización de la ruta son por carretera asfaltada; en esos tramos se debe circular a la derecha de la vía y en grupo, en caso de ir acompañado.
En el sector de Moraspungo se encuentra una caseta de información de la Reserva Goebotánica, que funciona de 08:00 a 17:00 y en la que la entrada es gratuita.
Aunque algunas de las rutas son consideradas sencillas, se recomienda que los recorridos los hagan personas que practiquen el deporte con frecuencia. Además, se debe llevar siempre líquidos, protector solar, comida y una chompa por las posibles lluvias.
