A la hora de comprar un auto, las personas evitan adquirir aquellos que tengan restricción  circular, por el Pico y Placa, los días lunes y viernes. Unos $ 4,36 millones se recaudan al año por multas.

La ciudadanía evita el Pico y Placa el primer día de la semana, según lo explicó Silvia Vizcaíno, agente de ventas en la concesionaria Hyundai, porque tratan de evitar llegar atrasados a sus lugares de trabajo, debido a la congestión.

Pero ese no es el único día que se evita tener Pico y Placa. La agente de ventas María Ballasteros, de la concesionaria Toyota, dijo que a la hora de comprar un vehículo los clientes le piden que la placa del auto no termine en 9 y 0 (es decir restricción el viernes),  ya que al culminar la semana quieren salir de viaje, de paseo, y “la hora en que termina la restricción de salir (19:30) es muy tarde y les retrasa”.

La Ley de Tránsito, en el artículo 101, especifica que “las comercializadoras de vehículos motorizados o sus propietarios deberán entregar a los propietarios el vehículo debidamente matriculado, para que entren en circulación dentro del territorio nacional”.

Por esta razón, al comprar un auto, las personas piden a los agentes de ventas que les entreguen el vehículo con una placa específica, pero en las concesionarias les explican que la entidad que finalmente emite ese requisito es la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), y es esa institución la que elige el número en que termina la placa, de acuerdo a un proceso propio del establecimiento. “Es nuestra obligación realizar el trámite para entregar el vehículo debidamente  matriculado, pero se sale de nuestras manos el número de placa que el cliente elija”, explicó Ballesteros.

Una de las opciones que las agentes de ventas de las concesionarias le dan al cliente cuando el número de placa es “muy importante” es que adquiera un auto seminuevo. “Los clientes suelen ser un poco insistentes y llegan a ofrecer pagar un poco más, pero no se puede hacer nada ante esa situación”.

Lo mismo sucede en la feria de carros en el norte de Quito, ubicada en sector La Ofelia, en donde la gente busca un auto usado con placas que no terminen en 9 y 0, según contó Luis Trujillo, quien intenta vender su auto desde hace varias semanas pero no lo consigue porque la placa termina en esos dos números.

Al contrario de lo que sucede en las concesionarias y la feria de autos en el norte, en la del sur, en Guamaní, la placa no determina la compra de autos, sino su utilidad.

Los clientes que acuden a la feria de carros de Guamaní buscan vehículos con precios menores a 8.000 dólares o camionetas, furgones y buses que les sirvan para realizar alguna actividad productiva.

“Por ese motivo, el 90% de las transacciones se realiza en efectivo. Los clientes traen su dinero -con bastante recelo- o, cuando se llega a un acuerdo, van con el propietario del carro a sus domicilios para la entrega de los recursos”, señaló Roberto Armendáriz, vendedor de carros.

Quienes ofertan vehículos en Guamaní señalaron que el número de la placa del automotor es un punto secundario en la compra, a pesar de que el hipercentro (desde La Y hasta La Villaflora) de la capital se rige por el Pico y Placa.

“La medida sigue con buenos resultados”, según el secretario de movilidad del Municipio Carlos Páez, quien explicó que gracias al Pico y Placa la congestión vehicular ha disminuido en un 20%. En comparación con el año anterior, los sancionados no han disminuido.

La medida de restricción vehicular Pico y Placa recauda anualmente $ 4,36 millones. En 2011 se registraron 44.000 carros retenidos, mientras que en lo que va de 2012 ya suman 2.000.

Según el director metropolitano de Transporte Terrestre, Vladimir González, el monto recaudado por el Pico y Placa es invertido en seguridad vial. “Todos los recursos se utilizan para actividades de reparación de vías, semaforización, repavimentación, es decir todo lo que tenga que ver con el mejoramiento del control del tránsito y de las vías”. 

Aclaró que el dinero recaudado no es utilizado en gastos comunes, como pago de sueldos, compra de vehículos o muebles: “En absoluto, todo es para inversión de la vía”.