Hoy, en el cementerio municipal de Pujilí (provincia de Cotopaxi) se llevará a cabo el entierro de Luis Balladares, el taxista que desapareció durante la crecida del río El Conde, el viernes 17 de abril, en el sur de Quito.

Fabián Balladares, hermano de la víctima, explicó que sus padres pidieron que el acto mortuorio fuera en su tierra natal.

En un principio, la familia quería una velación de 2 días, pero los peritos recomendaron realizar el entierro inmediatamente, debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo. Hasta la mañana de hoy, los familiares no confirmaron la hora del sepelio.

El cadáver fue localizado el viernes pasado en Manduriacu, a la altura de Nanegal (provincia de Pichincha). La exposición a las aguas y el impacto de las piedras causaron daños en el cuerpo.

Rudbel Campo, subdirector Técnico Científico de la Policía Judicial (PJ), explicó que en primera instancia se iba a practicar un examen de ADN para confirmar o descartar la identidad del conductor, pero esta posibilidad quedó descartada, luego de que se observó que las huellas digitales fueron suficientes para comprobar la identidad del fallecido.

Este examen dactilar, indicó el subdirector, consistió en comparar 12 puntos de identificación, los cuales coincidieron. En estos casos, generalmente, las imágenes de las huellas se contrastan con los datos proporcionados por el Registro Civil.

El análisis es técnico y tiene casi 100% de exactitud, además estos rasgos dactilares no desaparecen ni se modifican con el tiempo, detalló Campo.

Byron Balladares, sobrino de la víctima, indicó que el Municipio ofreció el pago de los gastos mortuorios. Sin embargo, los familiares aseguraron que la cooperativa en donde laboró Luis Balladares todavía no se ha hecho presente. Su tío falleció en horas de trabajo.

El hermano del occiso explicó que Luis, de 43 años, trabajaba en construcciones, pero le recomendaron dejar esa actividad porque presentó problemas en la columna. Inmediatamente, el hombre pidió un préstamo para comprar el puesto de taxista y adquirir un vehículo.

Fabián aseguró que Luis trabajaba de domingo a domingo para pagar las mensualidades y para mantener a sus 3 hijos, quienes viven con su madre.

Él hermano del taxista recordó que el día del accidente, la familia se reunía para almorzar. Pero el viernes 17 de abril, no vio a Luis. Cuando preguntó por él, le contestaron que estaba haciendo carreras. "Mi hermano era muy trabajador. Le pedíamos que descanse, pero a él solo le interesaba estar al día con sus deudas. Era muy responsable", dijo.

Byron comentó que aunque es muy triste la situación que vive la familia, fue un alivio haber recuperado el cuerpo. "Ahora solo vemos recordarle como le gran ser humano que fue mi tío", comentó.

En el siguiente video los hermanos de Luis Balladares lo recuerdan: