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En algunos casos, los moradores actúan como guías improvisados de los turistas

Los vecinos de las 5 rutas ecológicas del centro de Quito esperan más visitantes (Infografía)

El sendero de El Panecillo tiene 5 kilómetros de longitud. La ruta se inicia desde la cumbre de la montaña, donde se encuentra la Virgen de Legarda, y culmina en el río Machángara. Foto: John Guevara/ El Telégrafo
El sendero de El Panecillo tiene 5 kilómetros de longitud. La ruta se inicia desde la cumbre de la montaña, donde se encuentra la Virgen de Legarda, y culmina en el río Machángara. Foto: John Guevara/ El Telégrafo
20 de julio de 2014 - 00:00 - Redacción Quito

Manuel Jacho es presidente del barrio 5 de Junio, ubicado en el costado oriental del cerro Panecillo (centro-sur). Albañil de profesión, en sus ‘ratos libres’ oficia de improvisado guía turístico cuando algún grupo de extranjeros o quiteños decide subir por el sendero ecológico que se inicia en el Parque Lineal Machángara, atraviesa la vía que da nombre al sector y llega hasta la cima de la colina.

Sin preparación específica en el área, Jacho centra sus orientaciones en relatar a los visitantes las leyendas creadas en torno a la elevación, considerada sagrada por los aborígenes y convertida hoy en el principal mirador de la capital.

En los últimos meses, los ministerios del Interior y de Defensa, el Comité Pro Mejoras y Defensa y el de Seguridad del Barrio 5 de Junio, la Unidad de Policía Comunitaria La Patagonia y el Museo del Carmen Alto realizaron un trabajo conjunto para revitalizar la ruta.

Así, a través de mingas se pintó el borde del sendero de azul y rojo y se construyeron sencillos puentes para facilitar el cruce por irregularidades del terreno o los cauces de agua que atraviesan la zona.

Sin embargo, y aunque agradecen la colaboración, los moradores piden que se coloque señalética con el nombre de los caminos, los kilómetros recorridos e información adicional.  

Los vecinos de los barrios 5 de junio, Panecillo, 24 de Mayo, San Diego y La Patagonia se encargan de mantener el camino mediante trabajos comunitarios. “Los moradores nos reunimos cada 15 días para mantener el sendero en buenas condiciones. Quisiéramos que este lugar fuese un potencial turístico y que diera trabajo a los vecinos del Panecillo”, aseguró Jacho.

El proyecto nació en 2005 y desde entonces el sueño de los habitantes de la loma es ver la ruta llena de visitantes.

Esto aún no se cumple totalmente, aunque la Administración Zonal Centro (AZC) calcula que en los últimos meses, unas 700 personas habrán transitado —como excursionistas— la vía, sobre cuyos orígenes no se tienen datos precisos, pero que sus guardianes consideran muy antigua.

La AZC apoya el proyecto y por ello planea dictar talleres de turismo comunitario a los vecinos del sector, con el fin de que den un mejor servicio y atraigan a más turistas. Beatríz Cáceres, moradora del barrio 5 de Junio, comentó que encuentra primordial que las autoridades apoyen más el proyecto. “Necesitamos que la Policía Nacional o la Metropolitana resguarde el lugar, aunque no es peligroso”, afirmó la dirigente.

Una deficiencia es que aunque el sendero es un minilaboratorio de la flora y fauna propias de la ciudad, los vecinos no están capacitados para hablar sobre estos temas.

En el área central de la urbe existen 5 rutas ecológicas que fueron creadas hace 9 años con el fin de recuperar la memoria biológica e histórica de la ciudad.

Los senderos se encuentran en El Cinto, Itchimbía, La Libertad, Panecillo y Monjas Alto. Patricio Jaramillo, coordinador de Ambiente de la AZC, comentó que en 2013, las rutas recibieron alrededor de 3.500 visitas, especialmente de alumnos de planteles educativos de la zona.  

Se prevé que este año la cifra aumente hasta las 4.500 personas. Así mismo, se espera que las visitas aumenten durante la época de vacaciones.

Algo que caracteriza a las rutas es que en poco tiempo, el excursionista puede obervar animales propios de la ciudad como quindes, mirlos, gorriones, huiracchuros, entre otros. De igual manera, los senderos están rodeados de plantas como el helecho, arrayán, mora silvestre y alpachocho, entre otras especies botánicas.

“Las rutas son un espacio que traen a la memoria la historia y la identidad de la ciudad; además, son la herencia que tendrán mis hijos y nietos”, señaló Beatriz Domínguez, moradora de El Panecillo.

DATOS

Las rutas ecológicas del Centro Histórico permiten conocer la flora y fauna nativa de Quito.

La Administración Centro espera que este año más de 4 mil personas visiten los senderos.

Las rutas pueden ser recorridas en menos de 45 minutos. Tienen una extensión de entre 5 y 8 kilómetros y en el trayecto se cuenta con la ayuda de los vecinos.  

Personas de todas las edades pueden participar en los recorridos. Se aconseja respetar la señalización existente y recorrer los senderos preferentemente en grupos de más de 3 personas.

El Ministerio del Interior apoya la gestión de las comunidades. Hace 2 semanas, un grupo de militares ayudó a los moradores de los barrios que rodean a El Panecillo en una minga con la que se adecuó el sendero y se limpió la maleza.

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